Fórmula 1
La voracidad según Stoner
Stoner, líder destacado del Mundial de MotoGP, ganador en seis de las once carreras disputadas hasta ahora, incluidas las dos últimas de manera consecutiva, acababa de exhibirse en la tercera sesión de entrenamientos libres en Indianápolis. Había dominado con mucha autoridad con tiempos de récord por delante de Ben Spies, que pilotaba en casa, y de Pedrosa, su compañero de equipo.
Todo era perfecto para el australiano, pero lo primero que hizo nada más bajarse de la moto fue regañar a uno de sus mecánicos, seguramente por alguna nimiedad como no haber calculado bien los minutos restantes, algo que le impidió dar una vuelta más. Así es Casey, un competidor insaciable para el que la perfección no existe y acercarse a ella no es suficiente. «Nunca puedes estar del todo satisfecho con la moto. Habrá que tener cuidado, el asfalto aquí no te permite sentirte completamente seguro», afirmaba ayer tras adjudicarse la «pole» abrumando a todos sus rivales.
Después de ganar en Laguna Seca y Brno sin hacer unos buenos entrenamientos, en el óvalo de Indiana volvió a ser el devorador de milésimas de siempre. No necesita muchos giros para calentar los neumáticos y rozar el límite, así que no es aficionado a las tandas largas. Hace el mejor tiempo y a otra cosa. Lo de dar vueltas y vueltas para afinar el ritmo de cara al domingo no va con él.
Los 32 puntos que tiene de ventaja al frente del Mundial permiten imaginarle como nuevo campeón del mundo, aunque lo que le convierte en máximo favorito son las dudas de Lorenzo, que ayer no pasó uno de los sábados más plácidos de la temporada. «Mi compañero de equipo está por delante de mí, así que no tenemos excusa con la moto», decía Jorge, que también reconocía problemas con el agarre en el neumático delantero de su Yamaha. Se supone que en «Indy» estrenaba un motor mucho más potente que el anterior, pero no le dejó nada satisfecho el nuevo propulsor. Su séptima posición en la última sesión de libres encendió la señal de alarma, aunque se recuperó para terminar tercero en la sesión oficial. «Nos está costando, pero no vamos a rendirnos».
q Rossi, por los suelos. Se cayó por sexta vez en lo que va de temporada, para confirmar que 2011 no es su año. Otra vez pasó de puntillas por los entrenamientos tratando de evitar ser el último. Sólo estuvo por delante de Elías, Abraham y Capirossi, un lugar impensable para uno de los más grandes, que no entiende el idioma que habla su Ducati.
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