Sevilla

Las dudas sobre las zonas de acceso y salida marcan el inicio del «blindaje»

El día de la entrada en vigor de la ordenanza que «blinda» el casco histórico a los vehículos privados no había policías en los lugares de acceso, algo que contrasta con lo habitual en el arranque del plan especial de Navidad, que también comenzaba ayer

Un elevado número de vehículos accede al casco histórico a través de la calle Águilas
Un elevado número de vehículos accede al casco histórico a través de la calle Águilaslarazon

Será que las multas de 70 euros son mucho más ilustrativas e informativas –y también provechosas para las maltrechas arcas municipales– que cualquier consejo de un agente de la autoridad. A pesar de ello, el desconocimiento de la letra pequeña de la medida fue el nexo prácticamente común de todos los que entraban al centro en sus coches.

Los había que no sabían ni siquiera que ya estaba vigente, como Antonio Hernández, comercial: «Pensaba que empezaba a funcionar a principios de año, pero bueno, como necesito hacer unas visitas en el centro, intentaré estar poco tiempo. Ya sería mala suerte que me multaran el primer día». Otros sí estaban al tanto, aunque habían hecho sus deberes. «Hace ya unos cinco meses que me saqué la acreditación, no soy residente pero sí tengo alquilada una plaza de garaje porque trabajo junto a la Magdalena», explicaba Emilio Santos, dependiente de un comercio.

Aunque lo que la inmensa, casi unánime, mayoría ignoraba es que debiera salir del casco histórico por el mismo sector por el que había entrado. Verbigracia: Julio Heredia, camarero, –«¿Entonces tengo que salir y volver a entrar por otra zona y el tiempo empieza a contar de nuevo?»–; Isabel Carrascosa, ama de casa, –«¿Pero eso es seguro? Porque yo no he escuchado nada de zonas ni sectores»–; o Esteban Pérez, parado, –«Pero si en 45 minutos me da tiempo a cruzar el centro de punta a punta sí puedo, ¿no?»–.

Mientras las consecuencias del «blindaje» se palpan a pie de calle, en los despachos de la Delegación de Movilidad parece vivirse una realidad paralela. Así, el delegado de Movilidad, Francisco Fernández, destacó la «normalidad» y aseguró que ya se había percibido «una mayor fluidez», fijando en un 17 por ciento la reducción del tráfico privado en hora punta.

Por su parte, el portavoz municipal del PP, Juan Ignacio Zoido, indicó que la propuesta llevada al Pleno para paralizar la medida hasta que todos los residentes estén acreditados es el «último intento para que se imponga la sensatez en vez de la cabezonería». Aunque la apelación de Zoido al «sentido común» no fue atendida por los miembros del Gobierno local, que «tumbaron» la consideración de urgencia de la iniciativa y eludieron el debate.