Cameron desoirá en parte una sentencia europea para contener a los euroescépticos

LONDRES- Cuando David Cameron se convirtió en primer ministro el pasado año, la noticia se tomó con cierta cautela en Bruselas. Y es que el «premier» nunca ha ocultado su euroescepticismo. Si el concepto de «Unión Europea» chirría en las calles de Londres, en las filas del Partido Conservador –sobre todo en las más veteranas– produce casi escalofríos. Por este motivo, el líder «tory» se está planteando cumplir sólo en parte el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos para evitar así la que podría ser su primera gran derrota en el parlamento.

En 2005, el tribunal comunitario ordenó a Reino Unido que cambiara su legislación para que los reclusos recuperasen el derecho al sufragio. En las islas, los presos no pueden votar debido a una norma que data de 1870 y que fue posteriormente ratificada legalmente en 1983. Durante cinco años, el Gobierno británico agotó todas las vías legales para evitar tener que devolver las papeletas a la cárcel y finalmente en 2010 aceptó el fallo.

En principio, Cameron estaba decido a cumplirlo cuando llegó al número 10, pero, según «The Times», ahora se plantea un cambio de estrategia para evitar una revuelta interna. En vez de dar el derecho a voto a los reclusos con penas inferiores a cuatro años (donde se incluye a algunos violadores), el «premier» quiere aplicar la norma sólo a los que cumplen condenas de uno o dos años.

Con el pequeño matiz, el «tory» pretende amansar a sus filas, que no están dispuestas a que Estrasburgo les diga cómo se tienen que hacer las cosas. La votación está prevista para febrero, con vistas a que la legislación se aplique en verano. Según el rotativo, los rebeldes están presionando a Downing Street para que haya libertad de voto y ya habría hasta 50 diputados dispuestos a votar en contra. David Davis, uno de los pesos pesados de la formación, aseguró que en los 20 años que llevaba en el partido ésta era la cuestión que más «agitación» ha causado. Cameron reconoce el malestar, pero es consciente de que si no cumple la sentencia europea, el país se enfrentará a importantes indemnizaciones.

Dimite el portavoz laboristade economía
El portavoz de economía del Partido Laborista, Alan Johnson, anunció ayer su dimisión por «motivos personales». El veterano político en su día fue visto como el sucesor del ex primer ministro Gordon Brown. Cuando Ed Miliband se hizo al final con la riendas de la formación le nombró portavoz de economía sorprendiendo a todo el mundo, ya que Ed Balls figuraba como favorito. Desde que asumió la responsabilidad, Johnson se había enfrentado a frecuentes críticas por su gestión. En su lugar, se quedará finalmente Balls, durante mucho tiempo mano derecha de Brown.