Valencia

El filo de la navaja por Andrés Sánchez Magro

Vuelve el héroe, en el mundo de Belén Esteban, los ideólogos de Gran Hermano, unos políticos que bostezan en el Congreso de los Diputados, José Tomás el héroe. Un torero especial que reinventa la tauromaquia porque ha decidido crear un mito con su sola voluntad, el de Galapagar se presenta una vez más en Valencia.

La Razón
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El genio empresario de los toros que se llama Simón Casas, cuya asignatura pendiente es llegar a Madrid, ha reventado el aburguesado mundo taurino con el paseíllo de José Tomás en el coso de la calle de Xátiva. José Tomás entiende la vida y el toreo en el límite de la verdad. No concibe el paso atrás, el conformismo de capote y muleta ni el adocenamiento ante los bureles. Este coleta fundacional, sobre todo, de sí mismo, pues como todos los genios no tiene epígonos, despierta la pasión para taurinos y para no iniciados. Decir su nombre es invocar la emoción, la pasión, la autenticidad y el rigor ético. Porque José Tomás es un torero moral, un artista que no conoce lo convencional ni el pacto conformista. Su sola presencia en un cartel revoluciona las ferias, atrae a los medios generalistas y es carne de tertulia de taberna.
El penúltimo héroe del arte de cúchares ha decidido que nueve tardes sean la ruta mágica para los que no creemos en el conformismo vital. Torero de toreros, espejo de vida, José Tomás seduce tanto a los toros como a los públicos. La cita del sábado en Valencia es un pasaporte obligado para quienes creemos que apartarse de los peligros de la vida no es vivir. Toreo y verdad, naturales en el filo de la navaja y la agonía larga de un artista.