Barcelona
Detienen a tres paquistaníes por agresión sexual a una menor
BARCELONA- Los Mossos d'Esquadra informaron ayer, a través de un comunicado, de la detención de tres hombres de origen paquistaní por, supuestamente, haber agredido sexualmente a una chica de 17 años en un piso de Barcelona.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 14 de mayo en el barrio de la Barceloneta. La menor disfrutaba de un día de playa cuando un hombre, al parecer un vendedor ambulante, le ofreció una bebida alcohólica. La menor accedió al ofrecimiento y compró la consumición. Sin embargo, al acabarla empezó a sentirse algo mal y mareada, por lo que decidió volver a casa por su propio pie, según el relato de la propia chica a los Mossos. De camino, dos desconocidos la obligaron a acompañarlos hasta una vivienda próxima al arenal. Dentro del domicilio se encontraban tres hombres paquistaní y de edad diferente que la sometieron a una agresión sexual. La víctima, pese a encontrarse mal, se resistió y sus gritos alertaron a uno de los inquilinos de la finca. Al percatarse de lo que estaba ocurriendo, el hombre trató de frenar a los agresores aprehendiéndoles.
Rápida actuación
Éstos intentaron que el inquilino saliera del edificio y olvidara lo que acababa de ver y oír. Pero, en un descuido de los delincuentes, el hombre logró escapar con la chica y salir a la calle. Una vez puesta a salvo la joven, éste alertó a los Mossos d'Esquadra. «Tras escuchar el relato de lo ocurrido, una patrulla de mossos entró en el interior del piso donde aún se encontraban los autores de los hechos y los detuvo», señaló la Policía Autonómica en su comunicado.
Los tres detenidos, Javed A. de 50 años; Atiq S. de 26 y Bilal A. de 32, sin antecedentes penales, han ingresado en prisión. Se les acusa de ser los presuntos autores de un delito contra la libertada sexual y de detención ilegal.
Los Mossos d'Esquadra mantienen abierto el caso. Investigan si antes de este suceso, los detenidos pudieron llevar a cabo hechos similares sin que se denunciara posteriormente por las víctimas.
«¡Servesa, beeeer....y mojito!»
Sin moverse de la toalla, sin necesidad de levantarse de la silla de playa, un bañista tiene a sus alcance, sin que haya empezado aún el verano, agua, refrescos varios, cerveza, masajes, tatuajes, accesorios y, desde esta nueva temporada, mojitos. De la misma manera que los vendedores ambulantes, vociferando, se acercan a sus potenciales clientes o otean el arenal en busca de manos alzadas, hombres de origen extranjero portan una bandeja con lo que se intuye son mojitos: vasos de plástico transparente, con mucho hielo, menta, azúcar y líquido. Además, sostienen una botella de ron por si el cliente, tras pagar 5 euros, no queda satisfecho con la mezcla.
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