Silván rotundo: para la Junta los cuatro aeropuertos son igual de importantes

VALLADOLID- La Junta apoya por igual a los cuatro aeropuertos de Castilla y León, situados en Valladolid, Burgos, León y Salamanca. Así lo aseguró el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, quien ayer participó en la reunión del Consorcio de la base de Villanubla, celebrada en el Ayuntamiento vallisoletano.

Allí, Silván planteó un periodo de «moratoria» hasta que se conozca qué hará el Gobierno para redefinir un modelo, el español, en el que pocos aeródromos son rentables. «La política de la Junta está condicionada por lo que decida AENA, que incluye los cuatro aeropuertos de Castilla y León», destacó.

El consejero defendió una «mayor eficacia y eficiencia» en la gestión aeroportuaria, a la par que remarcó que hay convenios en marcha, que concluyen en 2014. Por ello, explicó que la Estrategia pasa por promocionar estos espacios, con arreglo a sus posibilidades, al tratarse de «instrumentos al servicio del desarrollo económico, cada uno con sus peculiaridades». Por este motivo, planteó «sacar el potencial» de estas infraestructuras.

Algo en lo que coincidió el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, quien planteó ir de la mano con el resto de administraciones y las aerolíneas para «hacer promociones allá donde estemos volando, porque lo importante es aumentar esa masa crítica».

León de la Riva destacó la primacía del aeropuerto vallisoletano, al ser «el más antiguo» y con mayor número de viajeros, «tres veces más que los otros tres -de Castilla y León- juntos, y no el más rentable, pero sí el menos deficitario, según los datos de AENA, de la Comunidad».
Asimismo, remarcó su privilegiada situación geográfica, que «dista en torno a una hora del resto de capitales de provincia».

Regreso al Consorcio
En la reunión se dio luz verde a la vuelta al Consorcio aeroportuario a la Diputación de Valladolid, que estuvo representada por su presidente, Jesús Julio Carnero. Se hará «sin aportación económica», dado el momento tan delicado por el que pasan las administraciones.