Córdoba

José Ignacio Torres: «No estamos vendiendo un asno hablamos de 3000 familias»

José Ignacio Torres: «No estamos vendiendo un asno, hablamos de 3.000 familias»
José Ignacio Torres: «No estamos vendiendo un asno, hablamos de 3.000 familias»larazon

SEVILLA- La gestión de las cajas de ahorro es un asunto de economistas y no de políticos. Eso es lo que defiende José Ignacio Torres (Córdoba, 1967), presidente del sindicato mayoritario de Cajasur.-¿Por qué optaron por exponer a la caja a la intervención antes que la fusión con Unicaja?-Aspromonte no ha expuesto a esta caja a nada, lo único que hemos hecho es cumplir con nuestra obligación y ser coherentes con nuestro discurso. Ya desde el principio decíamos que era imprescindible un acuerdo laboral digno para obtener nuestro voto favorable. Hemos hecho lo mismo que CC OO en el Consejo de Administración de Unicaja, votar no.-Miembros de la Junta, incluido Griñán, han sido muy críticos con los que rechazaron la integración, incluido su sindicato…-Cajasur, ya desde la fusión con Caja Provincial en el año 1994, ha sido codiciada por la Junta, que ha utilizado todas las artimañas imaginables para controlarla y vieron la oportunidad de hacerse con ella debido a nuestra debilidad. El Gobierno andaluz ha mantenido siempre un doble discurso. Decía no poder inmiscuirse en las decisiones de una empresa privada y, por otra, vetaba una fusión con una caja externa, con el agravante de no asumir su parte de responsabilidad por el excedente de personal y duplicidad que este veto conlleva.-¿Por qué desconfían del presidente de Unicaja, Braulio Medel, hasta el punto de que, habiendo cerrado verbalmente un acuerdo laboral, no fue suficiente para votar sí? -El historial de incumplimientos que ha acumulado a lo largo de todo este proceso ha sido bastante amplio. Sin ir más lejos, el protocolo de fusión aprobado por ambos consejos se vio modificado innumerables veces, y eso que tenía el visto bueno del máximo órgano de decisión cotidiana de una caja. Al margen de eso, hay que ser más serios, no estamos vendiendo un asno que con un apretón de manos es suficiente, hablamos de 3.000 familias y han tenido cinco meses para cerrar un acuerdo.