«Se pelearon y mató a mi mamá»

La víctima residía en el barrio de Vallecas y no había acudido diez días antes de su muerte a una cita para declarar ante el juzgado de Violencia de Género número 6 de Madrid por un anterior quebrantamiento de una orden de protección por parte del acusado, que tiene 27 años de edad.

En la tercera sesión del juicio a Joao Fernando C.M. se ha emitido el vídeo con la declaración hecha por la hija de la víctima pocos días después del suceso, una testificación que ha provocado la protesta de la defensa alegando "indefensión".

En las imágenes, la menor, fruto de una relación anterior de la víctima, contaba cómo el procesado había golpeado hasta cinco veces a su madre en la cara con un jarrón de cristal cuando ésta estaba caída en el suelo.

Recordaba que el hombre, de nacionalidad portuguesa, le había golpeado también a ella -sufrió hematomas en brazos y mandíbula, según los médicos- para después coger un móvil y marcharse, dejándola en casa sola junto al cuerpo de su madre. "No estaba dormida, estaba muerta", explicaba en el vídeo la niña. 

Además, la menor aseguraba a los guardias civiles que la pareja de su madre había maltratado a ésta en anteriores ocasiones pero que le había perdonado y habían vuelto a estar juntos porque "se estaba portando bien".

La psicóloga que trata a la pequeña desde los hechos ha declarado que ésta sufre un "estrés agudo postraumático"que le ocasiona pesadillas, miedos y rabia por "la impotencia de no haber podido ayudar a su madre".

Por su parte, los médicos forenses que realizaron la autopsia de la víctima, Eva María R.C., de 33 años de edad, han afirmado que recibió de tres a cuatro golpes en la cara con el jarrón, a diferencia de lo declarado el pasado miércoles por el acusado que se refirió únicamente a un golpe.

Han especificado que su muerte se debió a la rotura de la vena carótida y que la mujer no presentaba "lesiones de defensa".

oao Fernando C.M., de nacionalidad portuguesa, está siendo juzgado en la Audiencia Provincial de Madrid con jurado popular por un delito de homicidio, otro de maltrato en el ámbito familiar y un tercero de quebrantamiento continuado de la orden de alejamiento que tenía respecto a la víctima.