Bisbal íntimo personal y muy Real

Sobre sus nobles tablas se han interpretado los mejores libretos de ópera, desde el «Rigoletto» de Verdi hasta «El barbero de Sevilla» de Rossini. Por su escenario han pasado los más grandes barítonos y tenores, cuyo eco han convertido este lugar en un santuario de la música clásica en España y en un referente indiscutible europeo. Ayer, fue David Bisbal quien llenó el exclusivo auditorio del Teatro Real.

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El cantante almeriense, conocido por su derroche de energía en los directos, se convirtió en un protagonista «díscolo» dentro del repertorio habitual de este escenario. Eso sí, sus características piruetas y requiebros fueron más moderados que de costumbre, en sintonía con los ritmos de este concierto acústico, de notas muy íntimas. Recién llegado de su gira americana, el artista ofreció ayer este particular recital en Madrid, que fue grabado para su posterior comercialización en CD y DVD. Es la manera más divertida que David Bisbal ha encontrado para celebrar su décimo aniversario en esa agotadora «maratón» que es su carrera discográfica. Queda lejos su participación en la primera edición de «Operación Triunfo», el programa que convirtió a un chico de orquesta en uno de los artistas españoles más aclamados de los últimos tiempos. Y el de mayor éxito que daría la saga de «triunfitos».

Eso sí, las fans de Bisbal tendrán que esperar a las próximas Navidades para poder adquirir este álbum conmemorativo que llevará el título de «Una noche en el Teatro Real». Una noche redonda para el artista, que supo brillar con luz –y voz– propia, interpretando algunos de sus temas clásicos como «Ruido» y «Adoro», temas que ganaron en profundidad y matices con los arreglos de David Palau, Julio Montalvo y Albert Amargós. Sus éxitos de siempre y algunos temas del último disco de Bisbal sonaron frente a un auditorio lleno y entregado que, desde el pasado miércoles, ya había colgado el cartel de completo en el Teatro Real.

Será por su voz o por la forma que tiene de colocar cada nota, será por sus míticos rizos o por su carácter afable, pero es indudable es que David Bisbal tiene un poder de convocatoria envidiable, que lo mismo le sirve para arrancar por «Bulería» a todo un estadio o para hacer que desde los palcos del Real el público tararee sus canciones.

Arropado
No llegó al Teatro Real en su mejor momento personal. El fallecimiento de su abuela y la reciente separación de Elena Tablada, madre de su hija Ella, han ensombrecido en los últimos tiempos el rictus, siempre alegre, de David Bisbal. Sin embargo, el artista estuvo muy arropado por varios de sus mejores amigos e incluso por algunos de los protagonista de «Aída», su serie favorita y en la que el artista hará un cameo en la nueva temporada.