ADN con suerte

Hace muchos años que soy barcelonista, prácticamente desde que tengo uso de razón. Durante estos años he visto de todo, yo diría que más malo que bueno. Desde la época de la televisión en blanco y negro, en la que el Real Madrid lo ganaba todo, hasta seis Copas de Europa, si no recuerdo mal. Años después viví una etapa fantástica con el «Dream Team», pero de lo que más me alegro es que mis hijos han tenido la suerte de que sólo han conocido un Barça triunfal en sus años de vida.
De ahí lo del ADN. Todas las «Champions», muchas Ligas y, lo que es más importante, han disfrutado de la etapa del mejor Barça de la historia, compartiéndola conmigo, que es el actual.

Estoy seguro de que nunca volveremos a tener un equipo como éste, que roza la perfección de este juego. Además, con un grupo salido mayoritariamente de la cantera, 11 de los 18 convocados en la última jornada eran de La Masía. Impresionante. El Espanyol, hasta el sábado, no había perdido en su feudo en esta Liga, y 1-5. Nuevo récord en el estadio de Cornellà-El Prat. Y pudieron ser muchos más. Llevan 31 goles en 7 partidos y sólo uno en contra. ¿Quién da más?

El sábado les dije a mis hijos que disfrutaran de este momento, único e irrepetible, pues en tantos daños de historia de un club nunca se había dado una generación ni un grupo humano tan extraordinario de jugadores, capitaneados por el mejor futbolista, me atrevería a decir de todos los tiempos, Leo Messi. No sé hasta dónde podremos llegar, pero puedo asegurarles que el recuerdo de este Barça será imborrable.