El fiscal sugiere que Assange forzó la filtración de Manning

Si Julian Assange se dedicó a ejercer su derecho a informar, Washington no tiene posibilidades de llevarle a juicio. Sin embargo, si se demuestra que el ex «hacker» dio instrucciones al soldado Bradley Manning para que realizase esta filtración, entonces se empezará a complicar la estrategia del cerebro de Wikileaks en Estados Unidos.

La Fiscalía empezó a enseñar ayer sus cartas en el quinto día de vistas preliminares en Maryland, donde se decidirá si Manning será juzgado en una corte marcial o un juzgado civil. Entre las evidencias presentadas por el experto forense del Gobierno destacan 14 páginas de conversaciones de chat por internet entre Manning y Assange, recuperadas del ordenador del soldado junto a un número de teléfono de Islandia de Assange.

Fuentes consultadas por LA RAZÓN admiten que Estados Unidos tiende a retirar demasiada información, aunque coinciden que en este caso el soldado Manning obró de una manera incorrecta al filtrar todos estos documentos. Las mismas fuentes explican que esta revelación ha comprometido a las personas que trabajan con Washington y la forma de operar de los funcionarios del Gobierno.

Hasta el día de ayer, el Gobierno de Estados Unidos no había aportado pruebas de la relación entre Manning y Assange, a quien todavía no se le ha acusado de ningún crimen en territorio estadounidense. Fuentes consultadas por este periódico indican que lo mejor para Manning es que se declare culpable y su abogado defensor intente lograr un acuerdo con el fiscal, algo que «podría ser fácil» ya que el Gobierno de Estados Unidos «prefiere ir a juicio porque muchas pruebas están clasificadas y no se quiere que salgan a la luz pública».

Hasta ahora, la defensa del soldado, acusado de ayudar al enemigo, se ha basado en que Manning sufrió acoso por su condición de homosexual y ha expuesto que su defendido presenta un cuadro de inestabilidad emocional que le llevó a barajar un posible cambio de sexo.