Sindicatos de Trabajadores

Mastuerzos en acción

La Razón
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El espectáculo fue muy clarificador. Unos sindicatos que han sido cómplices de la política económica del Gobierno convocan una huelga general que la opinión pública ha considerado un fracaso. La guerra de porcentajes es irrelevante, porque sólo el uso de la violencia por medio de los piquetes consiguió doblegar la voluntad de los que querían trabajar. La utilización de una colección de mastuerzos armados de palos y otros objetos contundentes muestra la ausencia de juego limpio sindical. No hay que llamarse a engaño. Los piquetes coercitivos actúan con esa violencia porque son útiles para los dirigentes sindicales. Les hacen el trabajo sucio. La realidad es que no consiguieron convertir el fracaso en un éxito y todos recordaremos esta huelga como la de los piquetes. No es bueno para la credibilidad sindical, se coincida o no con sus planteamientos, que ampare e incluso auspicie esos actos de violencia. Es una reflexión que deberían hacer sus líderes así como los políticos para regular el derecho de huelga.