Una modesta reflexión por Antonio López

Con todo respeto, escribo estas palabras sobre sus Majestades los Reyes de España Don Juan Carlos y Doña Sofía y sobre mi vínculo con ellos. Las escribo, además, con absoluto convencimiento y satisfacción.

Yo siento por el Rey y la Reina lealtad, admiración y un gran afecto, y tienen en mi vida, por varias razones, la presencia de las personas cercanas y queridas. En estos tiempos difíciles –aunque todos lo son–, creo que su presencia y su conducta han sido ejemplares y todos hemos mejorado con ellos. Pienso a veces en la tarea tan difícil y tan dura que llevan adelante durante tantos años, con buen ánimo, con entrega y paciencia. El Rey es dos años más joven que yo, que tengo 75, y además nacimos en enero y más o menos en el mismo día. Así que hasta algo tan irrelevante es un motivo más que me une a él y me hace comprenderle en muchas cosas.

He tenido el privilegio de realizar un grupo escultórico de los Reyes, al doble de tamaño real, junto con los escultores Julio y Francisco López, y desde hace tiempo trabajo en una pintura de la Familia Real: los Reyes, el Príncipe Felipe y las Infantas Elena y Cristina. Cinco figuras completas de tamaño natural. Han sido meses, años, dedicados a este trabajo a partir de sus imágenes fotografiadas. Ha sido, está siendo, una forma de convivencia con este excepcional grupo humano. Nada he mirado tanto, sus cabezas, sus figuras, y en mi vida ningún trabajo me ha llevado a tantas reflexiones. Nadie, tampoco ellos, pueden imaginar todo lo que esas imágenes y su paso a la pintura me han enseñado en mi tarea de pintor y cuánto me ha unido a ellos.

Por último, deseo para el Rey y la Reina un feliz año nuevo, que se cuiden, y dentro de lo que es esta vida para todos, que estén tranquilos. Pienso que están haciendo un buen trabajo, necesario y muy importante para nuestro país.

Antonio López
Pintor