Barcelona

Entrenadores: los nuevos «míster» elegancia

Frente a los excesos de los jugadores «fashion victims», los jóvenes «míster» del fútbol español son una referencia en el mundo de la moda por su elegancia y frescura

Míchel: en los actos oficiales luce traje, fuera, los combina con vaqueros. En los entrenamientos, Quique Sánchez Flores no se quita el chándal, pero en el terreno de juego, la imagen de «getleman» es inherente a su «look». Guardiola es un icono de moda
Míchel: en los actos oficiales luce traje, fuera, los combina con vaqueros. En los entrenamientos, Quique Sánchez Flores no se quita el chándal, pero en el terreno de juego, la imagen de «getleman» es inherente a su «look». Guardiola es un icono de modalarazon

Algo está cambiando en el fútbol español. Véase el triunfo del Atlético de Madrid en la Europa League. Sus jugadores han sido los protagonistas, pero tampoco ha pasado desapercibida la discreta presencia de Quique Sánchez Flores, el entrenador del conjunto rojiblanco. «Es el marido perfecto: guapo, inteligente y elegante», comentaba Silvia desde su coche camino de la plaza de Neptuno. Ejecutiva de una empresa de fondos de inversión, se dirigía este jueves, acompañada de otras dos amigas, a la multitudinaria celebración «para ver a Quique». «¡Los demás nos dan igual!», gritaban las tres admiradoras al unísono por la ventanilla. Sánchez Flores (Madrid, 1965) es el nuevo icono de hombre perfecto. Guapo y siempre impecable. Pero no es el único. Otros dos entrenadores le acompañan en el ránking de nuevos guapos del mundo del fútbol. Pep Guardiola (Barcelona, 1971), entrenador del Barça, y José Miguel González (Madrid, 1963), más conocido como Míchel y actual entrenador del Getafe. Estos «cuarentones» estupendos, salvo Guardiola, han hecho que por primera vez en nuestro fútbol podamos hablar de elegancia, estilo y atractivo. Nunca este deporte había sido un referente estético, aunque desde hace años y, sobre todo desde la irrupción del «factor Beckham» y su sucesor en términos de adicción desmedida al lujo, Cristiano Ronaldo, las cifras millonarias que mueven han llevado a calificarles como «fashion victims» con sus peores consecuencias: logos de Gucci en cinturones y zapatillas, de Louis Vuitton en maletas, agendas y neceseres, y Versace y Dsquared en camisetas y jeans. Por no hablar de las mechas en el pelo, relojes con tamaños obscenos y, en definitiva, de una estética exagerada y hortera. «El fútbol ha hecho mucho daño en términos de imagen, pero algo ocurre con estos tres hombres guapos, atractivos y con buenísima planta», afirma Jesús Cicero, estilista especializado en moda masculina que colabora en las revistas «GQ» y «Tendencias». «No serán sofisticados, pero sus ‘‘looks'' son sanos, frescos y elegantes, nada macarras como los de muchos futbolistas. Ya era hora de que alguien demostrara que se puede ir sobrio y elegante», continúa. «Guardiola es el perfecto ejemplo del dandy moderno: viste con cierto aire pop, pero de una forma muy suave. Le gustan firmas sobrias y elegantes, como Ermenegildo Zegna o Dsquared». Estilo y buena plantaPrecisamente los gemelos canadienses Dean y Dan Caten (Dsquared) visten desde el año pasado al equipo catalán en sus eventos «off field» (fuera del campo). «Sus trajes son muy especiales: americanas más cortas de lo normal, pantalones ligeramente pitillo y, en definitiva, siluetas entalladas», explica Cicero. Justo el estilo que define a Guardiola, amante de la moda también en su vida privada. De hecho, su mujer, Cristina Serra, es hija de los propietarios de Serra Claret, la tienda de ropa multimarca más famosa de Manresa, y uno de sus mejores amigos es el diseñador Antonio Miró, para el que desfiló hace unos años en Gaudí. Según María Ibáñez Besmar, copropietaria de la agencia de comunicación FFW Fashion Management, «el estilo de Guardiola muestra su personalidad tranquila, pero también mucha fuerza interior: la carrera por la banda en la semifinal de la Champions para abrazarse con sus jugadores por el gol de Iniesta, con su traje gris de la suerte... queda muy lejos de la del técnico en chándal, con un anorak hasta los tobillos...». Ibáñez resalta además que «en Barcelona se habla de sus escapadas a Milán para ir de compras».«Cualquiera de los tres, Quique, Guardiola o Míchel demuestran tener mucho estilo. En Italia seguro que habrían sido imagen de Armani o Dolce & Gabanna», puntualiza Roberto Verino, creador de los trajes que luce el equipo del Getafe. Y está en lo cierto. De hecho, una encuesta realizada recientemente por «Askmen.com», incluye en su top 10 de futbolistas y entrenadores mejor vestidos al del Atlético de Madrid y al del Barça. «Si los políticos y periodistas de televisión tienen que vestir bien, ¿por qué no los futbolistas y los entrenadores? Ahora son algo así como principitos de las buenas formas, algo que me parece una conquista social explosiva», sentencia el diseñador. Jesús Cicero va más allá: «Si contratan decoradores para sus casas, ¿por qué no estilistas? David Beckham tiene un equipo que le monta todos sus ‘‘looks''». Reto especialSobre Míchel, Jesús Cicero considera que «sus looks son un poco más sport, utiliza bastante vaqueros y americana, pero muy correctos». El madrileño coincide por tanto con el estilo de Roberto Verino: «Cuando los directivos del Getafe me propusieron la colaboración, me pidieron un uniforme social.Fue una sorpresa, porque yo no soy una persona muy relacionada con el fútbol, pero me hizo gracia cómo me lo pidieron y afrontar un reto tan especial», confiesa el creador gallego, que insiste en que «el fútbol es un acontecimiento moderno y brillante». Y gracias, en parte, a los golazos estéticos de estos tres «míster».

Un «gentleman» que alterna la estética pija con lo moderno- En los entrenamientos, Quique Sánchez Flores no se quita el chándal, pero en el terreno de juego, la imagen de «getleman» es inherente a su «look». - «A Quique Sánchez Flores le veo más influenciado por la estética italiana, pero en su versión más refinada», explica el estilista Jesús Cicero. - «Su look es moderno y, al mismo tiempo, pijo, una palabra difícil de traducir, pero que en Madrid se entiende muy bien», subraya el diseñador Roberto Verino.