Buenos Aires

Sabina el musical se vuelve canalla

«Más de 100 mentiras» llega a la Gran Vía con el repertorio del cantautor y una historia de gángsters y chicas malas.

Guadalupe Lancho, como Magdalena, en una escena del musical
Guadalupe Lancho, como Magdalena, en una escena del musicallarazon

Ya saben que «la muerte es sólo la suerte con una letra cambiada», y que no se puede confiar en el «destino chungo, cruel y canalla, te da champán y después cazalla». Lo afirma la sabiduría callejera de Sabina (¿hace falta decir Joaquín?) en «Embustera» y «Con un par», respectivamente. Dos temas que le van al dedillo –de hecho, están en su lista de canciones– a lo que les ocurre a los protagonistas del espectáculo «Más de 100 mentiras». O, dicho de otra manera, a la nueva apuesta por la fórmula llamada «jukebox» en el mundillo teatral: crear un musical a partir de los éxitos de un artista. La misma explotada en «Hoy no me puedo levantar», «Mamma Mia!» y «We will rock you», entre otros, y que esta vez se atreve con el repertorio del más calavera de nuestros cantautores patrios.
 
El responsable de esta apuesta de tres millones de euros para la Gran Vía madrileña es el grupo Drive, que es tanto como decir José María Cámara, el cerebro y el músculo –económico– tras el musical de Mecano y otros dos títulos más, «40, el musical» y «Enamorados anónimos». Sabina podría parecer el menos «musicalizable» de los artistas españoles a priori. ¿O no? «Joaquín es un tipo sensible a más cosas que esas cuestiones. Le emocionó nuestro esfuerzo por crear una escena de musicales en Madrid y me dijo: José, vamos a hacerlo», cuenta Cámara.

Aunque lograr su «placet» no fue fácil: «Nos recibió a David y a mí en dos ocasiones en su casa y realizamos sendas lecturas con él», recuerda el productor. Antes hubo un encuentro, cocido mediante, en Lhardy. La respuesta del cantante en este primer contacto habría dejado frío a muchos: «Ni en broma». Pero, cuenta Cámara, a pesar del resultado, «ahí ya hubo vibraciones positivas. En la primera lectura, el guión le gustó mucho y realizamos una selección de canciones, siempe monitorizados por él y por Pancho Varona. A partir de ahí, nos dijo: chicos, yo ya he hecho lo que tenía que hacer. Ahora os toca a vosotros», resume el productor sobre una relación en la que hubo «infinita confianza».

En la dirección estará David Serrano, quien escribió «Enamorados anónimos» y se ha curtido en el celuloide (ha escrito y dirigido comedias como «Días de fútbol»).

La historia sólo podía tener querencia a los bares de copas y las ventas del fino Laína, con gente sin alma que pierde la calma con la cocaína. «Hemos tratado de hacer una historia con un principio y un final claros y unos personajes serios, no banales, como en la mayoría de los musicales que se hacen en este país», cuenta Serrano. Entre líneas, se adivina la sombra del propio Sabina: «Casi todos los personajes salen de sus canciones y los que no podrían ser protagonistas de sus letras: todos son perdedores que intentan sobrevivir en un mundo hostil», explica el director y coguionista. La labor de escritura la comparte con Fernando Castets y Diego San José, y otros nombres jalonan un cartel repleto de arreglistas para las canciones y coreógrafos –Leiva de Pereza, entre los primeros, Federico Barrios y Chevi Muraday, entre los segundos– y con una quincena de bailarines. «Han trabajado un montón de arreglistas y coreógrafos diferentes porque nos dimos cuenta de que la obra de Sabina cubría muchos estilos diversos y sería absurdo pedirle a un autor salsa un arreglo de pop», matiza el director.

En escena, asistimos a una venganza: en un atraco todo sale mal para los tres amigos protagonistas. Sobre todo para Samuel. A su salida del «trullo», Tuli (el televisivo Álex Barahona, en su debut en un musical) urdirá un plan junto con Juan (Juan Pablo di Pace) y Manitas (Diego Paris) para vengarse del responsable, el gángster Villegas (Felipe García Vélez). Y Samuel, en espíritu (Víctor Massan), los acompañará como la voz de su conciencia. Habrá chicas, claro, y malas, cómo no. Una es Magdalena (Guadalupe Lancho) –ya saben lo que canta Sabina, «la más señora de todas las putas / la más puta de todas las señoras», eso sí, «con ese corazón tan cinco estrellas»–, que ayudará al complot contra el villano. La otra, Rossana (Marta Capel), no hay por dónde agarrarla: es mala, mala, mala...

Títulos clásicos y nuevos
Y así, entre unos y otros, irán haciendo las delicias de los sabineros: «Pastillas para no soñar», «Aves de paso», «El pirata cojo», «Que se llama soledad», «Conductores suicidas» y otros clásicos para quitarse el bombín como «¿Quién me ha robado el mes de abril?». Tampoco faltará el temario más contemporáneo –o sea, de su etapa años 90 y posterior– del madrileño de Linares: «Contigo», «Y sin embargo», «Ganas de», «19 días y 500 noches»... Incluso algún soneto se cuela en la partitura, interpretada en estricto directo por una orquesta de nueve músicos. «Hemos tratado de que las canciones no fueran un pegote, sino que se integraran en la historia», explica Serrano.

La cuestión es: ¿a quién se dirige el musical? Sabina tiene, qué duda cabe, una legión de fans. El primero, el propio Cámara: «Le sigo desde los tiempos de La Mandrágora. Soy muy sabinero», recuerda sobre aquel grupo de barbudos que formaban Sabina, Javier Krahe y AlbertoPérez. Y, con destreza de márketing, no duda en invitar a todo el mundo: «El musical gustará a los más talibanes de Sabina, pero también a los de los musicales, y son dos grupos muy difíciles de unir». Y, como cantan Fito Páez y Sabina: «Colorín, colorado...».


Argentina, México... y al cine
«Más de 100 mentiras» supone un envite empresarial en tiempos de crisis. Drive Entertainment se mete en un musical con planes de futuro: primero, el estreno en Madrid. En 2012, el musical llegará a Buenos Aires; en 2013, a México DF. Y ese mismo año, aparte de lanzarse a un nuevo título, arrancará la gira española. Para completar la faena, ya han anunciado que el musical de Sabina dará el salto al cine. Esperemos, para que les salgan las cuentas, que la aventura aguante más «que lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks».


EL DATO
3.000.000 el presupuesto es lo que ha costado poner en marcha el musical. La preventa de entradas va, en palabras del productor, «muy bien». Es una inversión fuerte para una obra de teatro, media para un musical y pequeña si se compara con cualquier película hoy en día.


- Dónde: Teatro Rialto. Madrid.
- Cuándo: desde el 6 de octubre.
- Cuánto: de 19,90 a 69,90 euros. Tel. 902 400 222 / 902 488 488.