Portugal

Ser ecológico por los pies

En Ecozap, en Madrid, venden calzado de cáñamo, algodón biológico, madera, piel de curtición vegetal y suelas de ruedas de coche recicladas 

Ser ecológico por los pies
Ser ecológico por los pieslarazon

Al lado de la calle Fuencarral, en Santa Bárbara nº 9, cerca del metro Tribunal (en Madrid), hay una tienda que invita a entrar. Un despistado podrá ver únicamente zapatos si mira desde la calle, pero si uno se fija en el cartel y se decide a entrar se percatará de que no es una simple zapatería. En Ecozap, todo el calzado es ecológico. Si uno pregunta por los materiales antes de realizar su compra no saldrá de su asombro.


Hay zapatos de cáñamo, de algodón biológico, de yute, de corcho, con coco, látex natural, madera o caucho natural. El repertorio no acaba ahí. También los hay de piel de curtición vegetal «que permiten la transpiración, al tener el poro abierto como nuestra piel. Este material es más elástico y suave», explica Raquel Jiménez de Lucas, la dueña de Ecozap.

 

Biodegradables
Además, emplean también tintes vegetales y pegamentos al agua o directamente sin ellos, cosidos. Algunos utilizan savia de árbol en las suelas y otros tienen para este mismo destino ruedas de camiones o neumáticos de automóviles reciclados.

«Todos los materiales utilizados resultan muy transpirables. Son zapatos duraderos, confortables y muy cómodos, ya que tienen un especial almohadillado, que da la sensación de caminar como sobre un colchoncito. Además, los materiales empleados y el proceso de elaboración respetan el medio ambiente porque no contaminan, son biodegradables y se elaboran por compañías éticas que respetan los derechos humanos», asegura la dueña. En concreto, los zapatos se elaboran de forma artesanal en España y en Portugal. Otros pares vienen de Comercio Justo de Venezuela (a través de la Fundación La Tortuga) y de Etiopía.
 

Algún despistado también ha entrado a la tienda. Raquel explica que «hay gente que asocia un producto ecológico con la comida. Algunos clientes me han preguntado si se comen». No, no se comen, pero sí que son al gusto del consumidor, ya que en este momento, para el verano, tienen 73 modelos de señora e infantil y 37 de caballero. En total, más de 100 modelos de zapatos a elegir, y decenas de cinturones y bolsos. Los precios, varían, desde 30 euros unas sandalias a más de 120 euros algún que otro modelo.

 

En cuanto a la crisis, pues lógicamente también afecta al calzado por muy ecológico que éste sea. En 2008 vendieron casi «1.000 pares, pero en 2009, las ventas bajaron casi un 12 por ciento. No es que tengamos menos clientes, de hecho tenemos más, pero compran menos, escogen más y compran realmente lo que necesitan», afirma. 

Por cierto que si los zapatos elegidos son de corcho, recuerde que «se limpian con una sencilla goma de borrar», aconseja la dueña.
Raquel les atenderá de lunes a sábado de 12 a 21 horas.