País Vasco

Currin pide dinero para seguir la mediación tres días después del 20-N

El abogado sudafricano Brian Currin, y su grupo de «mediadores», «facilitadores», «verificadores», y demás personajes, que se han paseado en los últimos meses por los mejores hoteles y restaurantes del País Vasco, se han quedado sin dinero.

Brian Currin (izda.) saluda al alcalde de San Sebastián, Juan Carlos Izaguirre, en presencia de diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitano
Brian Currin (izda.) saluda al alcalde de San Sebastián, Juan Carlos Izaguirre, en presencia de diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitanolarazon

MADRID- Al menos eso es lo que dice la «red ciudadana por el acuerdo y la consulta Lokarri», que ha gestionado las actuaciones de las entidades en las que se agrupan estas personas.

Ayer hizo pública una nota de prensa, en la que pide a los ciudadanos vascos que donen diez euros (cada uno, se entiende) para financiar el trabajo del denominado «Grupo Internacional de Contacto» (GIC), que encabeza el citado Currin.
Sin que se puede establecer una relación causa-efecto, lo cierto es que el súbito empobrecimiento de los de Currin ha coincidido en el tiempo con la derrota de los socialistas en las elecciones generales del pasado domingo.

Un misterio
La financiación del GIC, y de los otros grupos, ha sido siempre un gran misterio, por lo que la petición de apoyo popular que se fórmula ahora no hace sino acrecentar las dudas que ya existían.

 En la nota de prensa, Lokarri subraya que realiza la petición tras el «éxito» de la Conferencia Internacional sobre el final del terrorismo celebrada en San Sebastián tres días antes de que ETA anunciara el cese definitivo de su actividad armada, una cita impulsada tanto por Lokarri como por el GIC.

Lokarri mantiene que el grupo encabezado por Currin –creado para «facilitar» un proceso de paz en Euskadi– ha sido «fundamental para dar esos pasos decisivos» y ha anunciado que, en adelante, el GIC quiere «intensificar su trabajo para contribuir a consolidar» la paz. Para que eso sea posible, Lokarri pide a cada ciudadano una colaboración económica de diez euros. A cambio de esta aportación, la red ciudadana se compromete a mantener informados a los donantes de las acciones que desarrolle el grupo. En medios antiterroristas se subraya que la nota de Lokarri viene a reconocer que, en contra de lo que nacionalistas y socialistas mantuvieron durante la pasada campaña electoral, el fin de ETA no está garantizado, ya que quedan muchas cosas por hacer. Resultaría impensable que la petición de dinero se hiciera para mantener unas estructuras que ya no hacen falta. Si se solicita ayuda económica es porque Lokarri y los de Currin entiende que todavía tienen un papel que jugar.

En cualquier caso, fue la propia banda, al no anunciar su disolución y entrega de las armas, y hablar, en la entrevista publicada en «Gara», de un proceso que será largo, la que ha dejado las cosas claras. El final del terrorismo, si llega algún día, pasará por una negociación con los Gobiernos de España y Francia. Algo que parece bastante complicado.

 

¿Cuánto cobra Currin?
Brian Currin es un abogado sudafricano, cuyo concepto de la mediación consiste en dar la razón a los terroristas de ETA y, por lo tanto, tratar de convencer a los gobiernos de España y Francia para que acepten las tesis de los pistoleros y llegar así a «la paz». Este letrado no trabaja gratis y lleva metido en el «asunto vasco» desde hace varios años. Cuánto haya podido cobrar es algo que sólo sabe él y los que le han pagado.