Bilbao Basket

Alguien da más

La Razón
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Casi sin querer, en un suspiro, nos hemos plantado en la final de la Copa. ¡Que rápido pasan los días cuando te diviertes! Barça y Madrid, Madrid y Barça son los supervivientes, los dos mejores, o por lo menos los más regulares en el Sant Jordi.
El Barcelona ejerce de anfitrión y es el favorito por ese motivo y por otros muchos. Hasta ahora no ha necesitado dar su máximo nivel. Su superioridad le permitió dosificar fuerzas el primer día. Ante el Baskonia sufrió durante tres cuartos, pero cuando dio una vuelta más de tuerca a su intensidad defensiva, apabulló. Lo que más le debe preocupar a su rival de hoy es que es un equipo tan polivalente que se permitió ganar la semifinal sin que su jugador franquicia por excelencia, Navarro, tuviese que anotar en juego.
Su juego interior asusta. Lorbek está en estado de gracia y su juego exterior no desmerece. Controla todas las acciones y adapta siempre el ritmo del partido a sus necesidades.
En la otra esquina, el Madrid. Ha sufrido más, ha descansado menos y tiene urgencias que pesan. La rotación empleada por Laso sacando en su segunda unidad al equipo más agresivo en ataque y con más velocidad, le ha servido para repartir esfuerzos y sorprender. Begic ha resucitado; Suárez da señales de mejora y se ha confirmado la explosión delante de todo el mundo de Mirotic.
Los kilos y los centímetros en la final parecen favorecer al Barça, pero el talento, que es lo que siempre cuenta al final, les sobra a ambos equipos a puñados. La final promete emociones intensas. Navarro-Llull, Singler-Mickael, Lorbeck-Mirotic, N'dong-Tomic… ¿Qué más se puede pedir?