México

Así piensa Rick Santorum el mayor enemigo del aborto

Rick Santorum es la nueva estrella del Partido Republicano. Más a la derecha que el favorito Mitt Romney, a quien derrotó esta semana en tres estados, este abogado de 53 años y ex senador de Pensilvania se alinea con los conservadores más religiosos del partido. Ha recibido el apoyo del Tea Party y del movimiento evangélico. Su triple victoria ha tumbado las aspiraciones del otro candidato del ala más conservador del partido Newt Gigrich.

Así piensa Rick Santorum el mayor enemigo del aborto
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Si algo distingue a Santorum es su firme posicion ante el aborto. El aborto debería estar prohibido por ley incluso en los casos de violación e incesto, y los médicos que lo practican tendrían que ser perseguidos como criminales, ha asegurado el ex senador, tal y como recoge el New York Times. Es padre de siete hijos. La de tres años, Bella, nació con una grave enfermedad y está a punto de morir, según anunció el propio Santorum hace unos días, un hecho que le llevó a interrumpir su campaña hace unos días para estar con su hija en el hospital.

Como buen republicano, su opción pasa por bajar la fiscalidad del sector privado, reduciendo a la mitad los impuestos derivados de las rentas del capital y eliminando las tasas a los fabricantes. "Haré de este país el mejor lugar del mundo para invertir, ha dicho. La política regulatoria de Obama con respecto al sistema financiero ha sacado de quicio a muchos republicanos. Santorum es uno de ellos. Si fuera presidente suprimiría las normativas aprobadas por el presidente en este sentido, "que han costado 100 millones de dólares al mundo empresarial".

En política exterior ha criticado el anuncio de la retirada de las tropas norteamericanas de Afganistán. Según Santorum, el Ejército de EE UU debería permanecer en este país hasta que los talibanes sean derrotados. Su posición sobre Irán es más tibia que otros candidatos republicanos. Piensa que la opción de un ataque para frenar sus planes atómicos no debe descartarse y mantiene que Irán ha estado en guerra con EE UU desde 1979, año en que los ayatolás llegaron al poder. Asimismo, se opone a una guerra comercial con China -tal y como defienden otros republicanos- ya que perjudicaría directamente al bolsillo del consumidor norteamericano.

Sobre el espinoso tema de la prisión de Guantánamo, Santorum es de la opinión de que debe seguir abierta. Postula una mejora en las técnicas de interrogatorio porque "han demostrado ser muy efectivas para conseguir información", en referencia al "waterboarding", una práctica que consiste en someter al prisionero a un baño de agua.

En materia energética, es contrario a la prohibición de perforar el subsuelo de Alaska, un hábitat natural de 7,6 millones de hectáreas. Si llegara a presidente, dice, permitiría la extracción del crudo en esta zona porque está en contra de los subsidios a cualquier tipo de energía. "Dejemos que el mercado funcione", ha dicho al respecto, rechazando así la política de Obama de subvencionar a las energías renovables y la nuclear.

En lo tocante a cuestiones sociales, Santorum afirma que se opone al matrimonio homosexual (lo convertiría en inconstitucional) y también es enemigo del sistema de salud aprobado por Obama que da cobertura sanitaria a más de 40 millones de norteamericanos. Lo primero que haría si llega a la Casa Blanca es derogar la revolucionaria reforma que aprobó el presidente hace más de un año.

Otro de los puntos candentes de los candidatos ha sido la inmigración ilegal. Santorum sostiene que el muro de separación que se construye en la frontera con México debería terminarse y también es contrario a una amnistía a los inmigrantes ilegales que viven en EEUU, pero al mismo tiempo asegura que "las deportaciones masivas no son la solución".

Quizá lo que más atrae a los votantes radicales del Partido Republicano es la sensación de que, además de su pedigrí de hombre muy conservador, se aparece como un candidato íntegro y equilibrado en contraposición con el "errático"Newt Gingrich, de quien se ha criticado en muchas ocasiones su temperamento impredecible e impetuoso.