Medidas económicas
El guirigay presupuestario balear
Si en circunstancias normales la Ley de Presupuestos adquiere gran repercusión, ya que afecta a todos los proyectos, inversiones... en tiempo de crisis económica, todavía más. Pues bien, el Gobierno balear, presidido por el socialista Francesc Antich, no sólo no ha aprobado las cuentas para 2011, sino que ni siquiera ha presentado un proyecto de presupuestos en el Parlamento, para su debate y posterior votación
A poco más de un mes de que finalice el plazo, con la cantidad de trámites que debería superar y la abundante documentación a presentar, sería casi imposible aprobar unas cuentas a tiempo.
Sin mayoría parlamentaria, y sin el apoyo en coalición de Unió Mallorquina (UM), Antich está prorrogando sine die el proyecto de presupuestos del próximo año, a pesar de que el Partido Popular ha manifestado en varias ocasiones su intención de no presentar ninguna enmienda, ni total ni parcial, y abstenerse en la votación para que el Govern pudiera aprobar las cuentas, siempre y cuando no implicara una subida de impuestos a las rentas más altas.
La responsabilidad del Govern era llevar al Parlament el proyecto de Presupuestos Generales de las Islas Baleares para 2011, antes del 30 de octubre del años que viene, tal y como se establece en el artículo 40 de la Ley de Finanzas de la comunidad autónoma. En consecuencia, si por el motivo que fuese, no entrasen en vigor antes del 1 de enero, se prorrogarían los presupuestos de 2010 para el año 2011, con graves consecuencias para los ciudadanos de las islas. Así lo especifica el artículo 41 de la misma normativa.
Según el Partido Popular, el caos presupuestario es tal que el Ejecutivo insular no es capaz de cerrar unos presupuestos acordes con las exigencias de déficit del Gobierno central. En sus previsiones más optimistas, el Govern prevé que la economía de la comunidad crecerá un 0,6% en 2011 y que esto se traducirá en más ingresos tributarios para las arcas de la región.
Además, están convencidos de que el nuevo modelo de financiación estatal aportaría 500 millones de euros adicionales, a los que habría que sumar otros 60 millones por el incremento de la fiscalidad a las rentas más altas. Sin embargo, salvo que se recortaran drásticamente los gastos en varios cientos de millones de euros para el año que viene, las cuentas seguirían sin salir, ya que el presupuesto de gasto estimado para el próximo año es de 3.200 millones de euros.
Sin proyecto alguno
Hasta ahora, todas las negociaciones entre socialistas y populares de la comunidad balear para debatir los presupuestos han finalizado sin acuerdo. Tras la última reunión, el pasado 5 de noviembre, el portavoz popular Antoni Pastor explicó que el Govern les había presentado «los grandes números, no los presupuestos detallados», porque sencillamente «no están hechos».
Para los populares, Antich no tiene ninguna intención de aprobar un presupuesto, sino de prorrogar el actual, lo que significaría que, tras las elecciones, el Gobierno que lo sucediese cargaría con el agujero presupuestario. El presidente, por su parte, insiste en que no puede presentarlos debido a la «nula orientación negociadora de la oposición» y a que gobierna en minoría en el Parlamento balear.
Dejadez del Ejecutivo autonómico
Incumplimento del plazo
Expiró el plazo. El 30 de octubre era el último día para que Antich presentara el proyecto de presupuestos para 2011. De no aprobarse las cuentas el próximo 1 de enero, se prorrogarían los de 2010.
Crecimiento ficticio
El Gobierno balear tenía previsto obtener unos ingresos de 500 millones por el nuevo modelo de financiación y otros 60 por subir la fiscalidad a las rentas más altas. Pero las cuentas no salen.
Búsqueda de culpables
Lejos de asumir su responsabilidad por no tener hecho ni el proyecto de los presupuestos, Antich culpa a los populares de no tener «voluntad negociadora». Y añade que gobierna en minoría.
✕
Accede a tu cuenta para comentar