Cerco a la corrupción

Alarte pospone a mayo la bronca por los asesores de Valencia

Cuando algunos ediles ya dan por amortizada su plaza, ahora la disputa se centra en las de asesor.

El candidato, Joan Calabuig; el secretario general, Alarte, y el secretario de Valencia ciudad, Broseta
El candidato, Joan Calabuig; el secretario general, Alarte, y el secretario de Valencia ciudad, Brosetalarazon

VALENCIA- El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, y por extensión, su secretario general en la ciudad de Valencia, Salvador Broseta, pospondrán hasta mayo o junio la elección de los asesores que asistirán a los concejales del grupo municipal en el nuevo mandato 2011-2015.
Con esta medida, lógica por otra parte, los secretarios generales pretenden que los actuales asesores que están todavía «liberados» de obligaciones laborales al cobrar un sueldo público, se impliquen en la campaña electoral y trabajen desde el primer día, que ya ha comenzado.

El compromiso de los actuales asesores sería irrealizable en muchos casos, si estos supieran que no van a repetir en el cargo.

Y es que, si normalmente el compromiso de estos suele ir aparejado al cargo, ahora más todavía ya que la «voladura» más o menos controlada que Alarte y Broseta han hecho de las agrupaciones y por ende, de las tradicionales familias socialistas de la ciudad, si bien no ha acabado de matarlas, sí que ha convertido a todos en desafectos.

Lo que sí parece quedar claro es que las plazas de asesor las distribuirá principalmente el partido, y aunque se puedan pagar algunos apoyos, no se van a repartir entre las tradicionales familias, ni mucho menos, los van a escoger los propios concejales, como ocurrió en el último mandato.

La incógnita sobre los nominados hará trabajar también a los concejales que no repitan en el cargo y que serán la gran mayoría. Se habla de que sólo repetirán Pilar Calabuig y Julio Such, y tampoco esto está asegurado.

Algunos ediles volverán a sus ocupaciones, pero a otros no les importaría quedarse, aunque degradados a asesores.

Por otra parte, el partido no debe hacer demasiadas promesas ya que todavía no se ha concretado cuántos asesores habrá. Hasta ahora los grupos del Ayuntamiento de Valencia incluían un asesor y medio por cada concejal, mientras que por las medidas de contención del gasto emprendidas por el Ayuntamiento y por la mayoría de administraciones, este promedio podría reducirse a asesor por concejal, por lo que la nómina de elegidos sería todavía menor.

Lo que sí parece haber conseguido el partido es movilizar a las estructuras de la ciudad y comenzar a «calentar» la maquinaria electoral después de las quejas del candidato Calabuig que expresó recientemente que se sentía poco arropado.