El expresidente del Barça no entra por «Laporta»

Fuera complejos. La transformación física del que fuera presidente del Barça ha sido más que evidente desde que abandonara el club y se dedicara a la política.

Si bien en otros tiempos llamó más de una vez la atención por beber champán francés en vez de cava catalán en los muchos saraos que frecuentaba, ahora lo hace por el «tipín», abultado y redondeado, que gasta en las últimas semanas el político nacionalista.

No obstante, lo luce sin tapujos. Poco parece preocuparle. Laporta, a tenor de las fotos publicadas de su estancia en Formentera, parece pasarlo "a lo grande"en sus vacaciones sin Sana, su actual novia, una joven egipcia de 23 años, que no le acompañó en el yate.

A pesar de tan sentida ausencia, al expresidente blaugrana no le faltó buena compañía. Luce pelo en pecho, puro en la boca y copa en la mano. Mujeres rubias, jóvenes y guapas, y otros hombres un tanto «rellenitos» hicieron de la jornada un éxito.

Con estas fiestas veraniegas no será extraño ver a un Laporta muy mejorado a la vuelta al trabajo. Satisfecho cual viejo lobo de mar, y después deeste ritmo de vida, ¿a quién le importa lo que digan de si uno está gordo o no?