Jaén

El túnel del clima extremo

En una sala de tan sólo 25 metros, se reproducen diaramente las condiciones ambientales más diversas, de los cero a los 50 grados, vientos de 120 km/h y todo el espectro solar para testar la resistencia y eficiencia de cualquier vehículo 

El túnel del clima extremo
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Temperaturas extremas que van desde los cero grados hasta los 50, vientos que superan los 120 km/h y un amplio abanico de radiaciones solares cambian el comportamiento y la resistencia de los vehículos, los paneles solares, los toldos, los invernaderos e, incluso, las cámaras frigoríficas de los camiones que transportan los productos perecederos. Para reproducir las diversas condiciones climáticas, el Centro Tecnológico Metalmecánico y del Transporte (Cetemet) de Linares (Jaén) acaba de inaugurar una galería de 25 metros de largo, 8 de ancho y 6 de alto para someter a automóviles, camiones, plásticos y metales de paneles fotovoltaicos o estructuras exteriores a los posibles inclemencias que encontrarán en condiciones reales.La estructura en la que se embarcan los diferentes aparatos consta de dos rodillos en la parte inferior que simulan el movimiento real en carretera. Por detrás se adapta a los diferentes ejes traseros de los vehículos, que varían en función de su tamaño.Reproducción del climaVarios aparatos, mucha potencia y un formidable aislamiento hacen posible todas estas variaciones en cuestión de minutos. Para simular las altas y bajas temperaturas y, además, reproducir la incidencia de los rayos del sol sobre la superficie en prueba, la galería dispone de un panel de seis metros de largo por cuatro de ancho, ajustable en altura y un total de 240 lámparas capaces de reproducir el espectro solar. La potencia máxima es de 1.800 vatios por metro cuadrado «Sería la misma potencia del sol abrasador en medio del desierto», aclara Antonio Reyes, técnico de Cetemet. Para bajar la temperatura, una enorme enfriadora, de ocho metros de ancho por cinco de alto actúa desde el exterior. Con esta variación se podría verificar, por ejemplo, la eficiencia de un panel solar a la hora de producir energía. Se sabe que los paneles trabajan mejor entre 25 y 30 grados centígrados. Con temperaturas más altas ellos mismos producen calor; así que, gracias a estas pruebas, se podría medir el flujo luminoso y la temperatura que inciden sobre las células y la potencia que generan, simplemente enchufándole un aparato a la placa. En el caso de los invernaderos, el plástico y el metal se comportan de manera diferente en condiciones de calor y frío; en este centro se verifica la resistencia al frío del plástico sin que se rompa o su capacidad de deformarse al sol.Para producir viento, un enorme ventilador situado en la parte superior del edificio lanza directamente sobre la plataforma el aire que le llega por un conducto, que recoge y recicla el aire inferior de la sala. Una gruesa capa de hormigón armado y un capa de poliuretano aíslan la instalación. A pesar de las muchas aplicaciones testadas, el trabajo diario con casos reales supone una banco de pruebas en constante ampliación. «Existe un proyecto, el MEET, que estamos intentando poner en marcha, para calcular la eficiencia de las cámaras frigoríficas de los camiones que transportan perecederos», adelanta Reyes. Y es que la numerosa flota de transporte de alimentos y plantas de invernaderos del sur atraviesa constantemente la península y traspasa las fronteras para llegar a todo el continente europeo.