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Muerte y resurrección

El Real Madrid ha sumado tres puntos vitales en su lucha por el título al derrotar 1-2 al Mallorca en el Iberostar Estadio, tras una vibrante reacción en la segunda parte que le ha permitido remontar el gol que el israelí Tomer Hemed había marcado en el primer tiempo.

Muerte y resurrección
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Agonizaba el Madrid en Mallorca, perdía 1-0 tras otro primer tiempo «basura», sentía el aliento azulgrana en el cogote, de nuevo encima; estaba muerto... Y resucitó. La entrada de Higuaín en la segunda parte, y la de Kaká, la defensa de tres, el centro del campo creativo en lugar del destripaterrones y la lucha infatigable por cada balón y por la Liga que, tal vez, se escapaba, todo ello hizo posible el milagro.

Sergio Ramos estrelló un cabezazo en el poste, minuto 45. Fue todo lo que hizo el Madrid en ataque durante la primera parte, una miseria para el mejor visitante de Europa; y perdía 1-0. Pinchazo de época ahora que todo tiene aroma azulgrana. Cualquier conversación, cualquier alusión futbolística, gira en torno a la serie «El clásico». En el Iberostar no sólo había que vencer, obligatorio; también era preciso ofrecer una buena imagen, la del líder sólido, la del equipo ganador capaz de doblegar al mejor Barcelona de la historia. Tras el primer tiempo, en la Ciudad Condal se frotaban las manos; en Mallorca, los ojos.

Perdía el Madrid, superado por el equipo de Caparrós, más ordenado en defensa, con más ideas ofensivas y más disciplinado en todas las parcelas. Pereira, Tissone, Víctor y Castro oscurecían a Lass, que robaba un balón y regalaba otro; a Xabi, desasistido; a Callejón, maratoniano sin cabeza, y a Özil, entrega sin fundamento. Cendrós frenaba a Cristiano con faltitas y Benzema levantaba paredes que otros deshacían. Atrás, el mejor era Sergio Ramos; Pepe no desentonaba; pero Marcelo se descuidaba en defensa, de ahí los peligros por su banda, y Arbeloa en ataque no afinaba el pase.

El Mallorca entró mentalizado. Lo demostraba. Lanzaba a Hemed y a Víctor, que en el minuto 12 fue derribado por Lass dentro del área, donde no estaba Marcelo. El árbitro no vio el penalti. El israelí Hemed ponía a prueba a la zaga madridista, con más ideas que velocidad. Casillas veía el balón demasiado cerca; Aouate, ni lo olía. Mourinho se desesperaba y a los 37 minutos mandó calentar a Sahin y a Granero. También él jugaba al despiste, porque ninguno de los dos jugó después.

Los reservas en la banda, un aviso a navegantes; de poco sirvió porque de inmediato la ambición del Mallorca obtuvo premio. Centró «Chory» Castro desde la banda de Marcelo, Hemed se adelantó a Xabi y marcó en plancha, de cabeza. El equipo de Caparrós recibía el justo premio.
¿Sabría conservarlo tras el descanso?
Ésa era una cuestión, comprobar si al Mallorca no le traicionaba el vértigo de las alturas; la otra, averiguar si el Madrid era capaz de sobreponerse y ganar un partido que perdía frente a un rival sensiblemente inferior, aunque el juego desterraba esta teoría.

Pensando exclusivamente en el Mallorca, en el presente, pues costaba trabajo creer que semejante despropósito sirviera de ensayo para recibir el miércoles al Barça, Mourinho quitó a Lass y metió en el equipo a Higuaín tras el descanso. Como no mejoraba, retiró a los dos laterales, fallones e inoperantes, y dio la vez a Coentrao y a Kaká. Jugó entonces con tres defensas, Kaká se situó junto a Xabi y Özil, e Higuaín se alineó arriba con Benzema y Callejón. Hubo entonces un penalti de Ramis a Callejón, como aquel de Lass a Víctor, y a continuación un fuera de juego, precisamente de Víctor, que no fue. Partió de su campo. Contaatacaba el Mallorca, pero ahora dominaba el Madrid.

Al dejar Mourinho una defensa de tres contra un delantero, el equipo se apoderó del balón y del centro del campo, que ahora sí jugaba, trenzaba y pulia. El dominio cristalizó cuando Higuaín, a pase de Özil, empató con la desafortunada colaboración de Chico, en quien rebotó el disparo que despistó al cancerbero.

La mano de Joaquín Caparrós se notaba en el orden y en la disciplina defensivas; pero cuando el Madrid provoca una estampida hace falta mucho más que eso para frenarle. Kaká daba sentido al juego combinativo del equipo y Aouate vio las orejas al lobo. Despejó un gran chut del brasileño y se quedó petrificado con el disparo de Cristiano contra el larguero. Por segunda vez «tocó» el Madrid madera. Luego marcó Ramos en fuera de juego, acertó el árbitro al anularlo, y el Mallorca defendió con once. No fue suficiente para frenar a Higuaín, que luchó hasta el último aliento con Ramis por el balón, como lo hacía en otros tiempos Raúl, y sacó el gol del triunfo de la nada. La batalla del «Pipa» prosiguió con el disparo a bocajarro de Benzema que rechazó Aouate a la desesperada. El despeje lo recogió Callejón y estableció el 1-2. Coraje y fe, las armas del Madrid, e Higuaín.

 

El «Pipa», decisivo
Higuaín esperaba en el banquillo su oportunidad para dar la vuelta al partido. Apareció en la segunda mitad, con el encuentro cuesta arriba para el Real Madrid, con un gol de ventaja del Mallorca y la sensación de que los locales eran superiores a los de Mourinho. Pero el portugués movió el banquillo y su primera opción fue el «Pipa». Marcó el tanto del empate después de un gran pase de Mesut Özil y fue su pelea la que sirvió para que llegara el segundo, el tanto definitivo de Callejón. Persiguió una pelota que parecía de Aouate, Benzema remató y el rechace le llegó a Callejón, que remató la victoria madridista.

Higuaín era el espíritu que necesitaba el Real Madrid para encontrar la victoria en un encuentro muy complicado. Por eso, Mourinho prefirió, en esta ocasión, elogiar al rival que criticar el trabajo de los suyos. «Esperaba esa pregunta de si nos había faltado intensidad en la primera parte, pero yo prefiero destacar a un Mallorca que jugó un partido perfecto en defensa, que siempre estuvo muy bien organizado y que sabía lo que tenía que hacer ante nosotros», explicó. Caparrós se lamentó del gol anulado a Víctor Casadesús: «No es que rompiera el fuera de juego, es que ha arrancado de nuestro campo».



- Ficha técnica:

1 - Mallorca:
Aouate; Cendrós, Ramis, Chico, Cáceres; Pereira, Tissone (Alfaro, min. 81) Joao Víctor, Castro; Víctor Casadesús (Martí, min. 82) y Hemed (Ogunjimi, min. 72).

2 - Real Madrid: Casillas; Arbeloa (Kaká, min. 59), Sergio Ramos, Pepe, Marcelo (Coentrao, min. 59); Lass (Higuain, min. 46) Xabi; Callejón, Ozïl, Cristiano; y Benzema.

Goles:
1-0, min. 38: Tomer Hemed. 1-1, min. 70: Higuaín. 1-2, min. 80: Callejón.

Árbitro:
Pérez Montero (comité andaluz). Amonestó a Tissone, Cendrós, Castro Incidencias: Partido correspondiente a la décimo novena jornada del campeonato de Liga disputado en el Iberostar Estadio ante unos 19.557 espectadores, 3.500 menos que el total de su aforo.