Kiev
La mayor batalla de la Historia por César Vidal
La victoria de la selección se ha llamado «Batalla de Kiev». En julio de 1941 comenzó allí una las batallas más sangrientas de la II Guerra Mundial
La invasión de la URSS por Hitler se tradujo en una serie de terribles derrotas sufridas por el Ejército Rojo así como una retirada generalizada de las fuerzas soviéticas en todo el frente. En el sur de la Unión Soviética, el 29 de junio de 1941, el avance alemán parecía detenido, pero el frenazo se debía más al agotamiento que a la acción de las tropas enemigas. De hecho, la contraofensiva de éstas contra el I Ejército Panzer fracasó y esa circunstancia permitió a los alemanes avanzar a unos pocos kilómetros de Kiev.
A pesar de los desesperados intentos por contenerlas, las tropas germanas habían cortado a mediados de julio el ferrocarril de Talnoye y en poco tiempo, se apoderaron de los puentes sobre el Gorniy Tikich y el Sinucha. De esa manera, en el territorio ya controlado por los alemanes se dibujaba un fuerte entrante situado alrededor de Kiev. La ofensiva contra la ciudad resultaba obligada en la medida en que permitiría no sólo tomar la ciudad sino también embolsar importantes fuerzas enemigas y controlar Ucrania.
El mando alemán habría deseado continuar los ataques durante el resto de julio, pero el plan de Hitler de tomar Moscú había concentrado el esfuerzo principal de la Wehrmacht en el frente central convirtiendo el sur en un frente secundario. El 3 de agosto, sin embargo, Hitler cambió de opinión y decidió dar prioridad a Kiev –y la rica Ucrania– sobre Moscú. Fue así como buena parte del Panzergruppe 2 y el II Ejército fueron apartados del grupo de ejércitos central y enviados al sur. Su misión era cercar el frente suroccidental al mando de Budyonny, tomar Kiev y concluir la conquista de Ucrania.
El 12 de septiembre, el Panzergruppe 1 de Kleist cruzó el Dnieper enlazando cuatro días después con el Panzergruppe 2 de Guderian. En la bolsa formada por los blindados alemanes habían quedado cercados centenares de soldados enemigos. Al día siguiente, Stalin destituyó a Budyonny, pero no designó sustituto, circunstancia que dejó a las tropas rodeadas a su arbitrio. Ese comportamiento zanjó el destino de los soviéticos, que no contaban con capacidad para romper el cerco ni mando que pudiera dirigirlos en el empeño.
450.000 soldados capturados
El 19 de septiembre, tras durísimos combates, Kiev cayó en manos de los alemanes, pero la «batalla de Kiev», iniciada en julio, todavía continuó una semana más hasta que los últimos restos de las unidades combatientes capitularon. El desastre sufrido por el Ejército Rojo fue una verdadera hecatombe. Algo más de 450.000 soldados soviéticos fueron capturados, aunque lograron escapar del cerco unos 15.000, que se convirtieron en partisanos, y también eludieron el cautiverio personajes de la talla del mariscal Semión Timoshenko o el comisario Nikita Jrushov que, años después, encabezaría la célebre crítica de Stalin.
Cuatro ejércitos soviéticos –el V, el XXXVII, el XXVI y el XXI– habían dejado de existir. Ante estos resultados, no sorprende que Hitler pudiera decir –y no exageraba– que se había tratado de «la mayor batalla de la Historia».
✕
Accede a tu cuenta para comentar