«Declaramos la guerra al hambre no nos resignamos»

¿Qué supone para Manos Unidas este Príncipe de Asturias de la Concordia?
–Recibimos este galardón con gran emoción y agradecimiento, pero también con humildad y con un renovado espíritu de trabajo. Es un inmenso honor y un estímulo para continuar la labor que empezó hace ya 50 años un pequeño grupo de mujeres de Acción Católica.

 –Tras 50 años de andadura, ¿en cuántos lugares del mundo están trabajando actualmente? ¿Cuántas personas?
–En 2009 apoyamos 692 proyectos en 58 países de África, América y Asia. En sus 50 años de historia, Manos Unidas ha financiado unos 25.000 proyectos que han beneficiado a millones de personas. Manos Unidas es una ONG de voluntarios, en la que trabajan más de 4.500 personas voluntarias y 131 contratadas.

–¿Que han aprendido en este medio siglo?
–Han avanzado mucho las técnicas y procedimientos de la acción social internacional, y nosotros nos hemos adaptado. Sin embargo, nuestros convencimientos fundamentales continúan siendo válidos: no podemos resignarnos a que la mitad de la humanidad sufra hambre, declaramos la guerra al hambre.

–¿Cual es el papel de los misioneros en sus proyectos?
–Manos Unidas no sería nadie sin su callada y eficacísima labor. Manos Unidas sería algo estéril sin su ayuda; nuestro trabajo en muchos países del mundo es posible porque ellos, y muchísimas personas más, dan su vida por los demás.

 –¿Cuál es el perfil del voluntario de Manos Unidas? ¿Son todos creyentes?
–Al ser la organización de la Iglesia católica, muchas de las personas que se acercan a colaborar vienen movidas por esa pertenencia. Sin embargo, contamos con cientos de voluntarios que vienen por motivos puramente humanos, llenos de generosidad y altruismo. Y es que el voluntariado es más que un compromiso, es un estilo de vida.

 –¿Ha tenido alguna vez ocasión de conversar con el Papa?
- Con motivo del viaje de peregrinación a Roma del 50 aniversario de Manos Unidas, tuve la suerte de conversar con él. Sus palabras fueron un aliento de ánimo en nuestra labor diaria.


Una ONG católica
Manos Unidas, organización española y de la Iglesia católica, nació en 1960, bajo el nombre de Campaña Contra el Hambre, acción que organizó un grupo de mujeres de Acción Católica. En 1978 tomó el nombre de Manos Unidas y en este medio siglo ha ejecutado miles de proyectos de cooperación en los sectores: agrícolas, educativos, sanitarios, de promoción social y de promoción de la mujer. Un merecido premio.