Nacho Sierra: «El sabor de los saltamontes me recuerda al maíz»

QHa escrito libros sobre perros, gatos y animales en general. Sin embargo el último, «El cerebro entre las piernas» es de humor. ¿Qué le hizo tomar ese camino?-Mis amigas, más que mis amigos, me empujaron a escribirlo. Muchas veces he tenido que hacer de psicólogo con alguna de ellas porque tenían problemas de amores y desamores, y siempre les escribía cosas divertidas para animarlas. Al final casi me han obligado a darle forma a todo eso y publicarlo. -Es un libro en el que la mujer sale mejor parada que el hombre.-Dicen en tono de broma que es el primer libro feminista escrito por un hombre. -¿El ser humano es el animal que más piensa en el sexo?-Sí, es hipersexual. Un comportamiento que sólo aparece en algunos primates como el chimpancé o el bonobo.-¿Y el papel de la mujer en la relación sexual es el mismo que el del resto de las hembras?-A nivel bioquímico sí, luego existe un proceso cognitivo, basado en el pensamiento y los sentimientos. Eso es un concepto abstracto que sólo tenemos los humanos y que, lógicamente, es lo que nos complica las relaciones. -Ahora están de moda programas sobre adiestramiento de animales, como «el encantador de perros». ¿Qué opina de esos espacios?-Me gustan, pero tienen dos lecturas. La positiva es que la gente confía en que los problemas de conducta de sus mascotas tienen solución. Lo negativo, que esas técnicas sólo funcionan con el 10 por ciento de los perros. La terapia es más complicada de lo que parece.-El verano es la peor época para las mascotas porque es cuando se producen más abandonos. ¿Esto cómo podría solucionarse?-Primero concienciando de que un perro no es un juguete. Necesita cuidados y esto limita la libertad del propietario. Y las autonomías tendrán que insistir en la obligación del microchip identificativo. Así se podrá conocer al propietario para que pague las consecuencias.-Estuvo en el programa «La isla de los famosos». ¿Tuvo que comer algún insecto para alimentarse?-Insectos no, pero comí cangrejos crudos, lapas y algún tallo que nos produjo más de un problema estomacal. Fuera de la isla, en Madrid, he comido saltamontes para conocer el sabor que tenían.-¿Y a qué saben?-Los comí crudos y eran bastante insípidos. Me recordaban al maíz, quizá porque se alimentan de granos.-Comería algún gusano o mosca...-No son mi plato favorito, pero no tendría problema en probarlos. Para comer cualquier animal, lo primero es saber de qué se alimenta, porque su carne siempre tendrá un sabor que recordará a su fuente de alimentación.