Oposición de la oposición

Zapatero eligió a Rubalcaba por diversas razones, creo que acertadas desde su perspectiva, pero una de las más importantes es para hacer de oposición de la oposición. Ha sido tomar posesión como vicepresidente político, eso de primero no es lo relevante, y portavoz que se ha podido sentir la eficacia de nuestro Fouche. No lo tiene fácil, porque la economía es lo que ocupa y preocupa a los españoles. A pesar de ello, es cierto que el Gobierno había quedado diluido en una especie de limbo. Era totalmente prescindible. Los ministros no existían y pasaban desapercibidos. Le faltaba pulso político. Rubalcaba asume las riendas, precisamente, para afrontar el resto de la legislatura con mucha política. La propaganda que tan bien maneja la izquierda y especialmente el hombre fuerte del Gobierno será el hilo conductor del discurso. Los esfuerzos irán dirigidos, precisamente, a erosionar a la oposición, algo que siempre ha hecho muy bien el PSOE. Es recuperar el espíritu del felipismo y el guerrismo.