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Alarma entre los joyeros tras aumentar un 70% los atracos

Los joyeros aseguran que los autores de los robos son bandas extranjeras de crimen organizado.

El método del «butrón», romper los cristales, es el más utilizado últimamente por los delincuentes
El método del «butrón», romper los cristales, es el más utilizado últimamente por los delincuenteslarazon

Barcelona- «Las desgracias no vienen nunca solas, y la ley de Murphy siempre dice que cuando las cosas van mal, pueden ir peor», dijo ayer el presidente del Colegio de Joyeros de Cataluña, Damià Matamala, en referencia al balance del sector de 2010. Se dispararon los delitos contra estos establecimientos, un 30 por ciento más que en 2009, y el descenso de ventas fue importante.
Matamala señaló que en 2010 se batió el récord absoluto de delitos cometidos contra joyerías, con un total de 329 ataques, por 254 en el año anterior. Esta cifra significa que estos establecimientos sufren seis ataques cada semana. Es un problema que sufren especialmente las tiendas de Barcelona.
Concretamente, los atracos a joyerías crecieron un 69 por ciento en 2010, mientras que los robos con fuerza aumentaron un 20 por ciento. Al contrario de lo que pudiera parecer, Matamala desvinculó este fuerte incremento delictivo de la actual situación de crisis económica, y culpó al crimen organizado de este incremento de la actividad delictiva.

«Productos exportados»
Según Matamala, este incremento de los delitos «es la consecuencia de hay países que van bien, que no notan la crisis, y piden estos productos». Añadió que son «robos por encargo», aunque no pudo especificar a qué países va destinado el material robado, aunque se sabe que son de Asia y de la Europa del Este.
De todos estos delitos contra el sector de la joyería, 98 fueron atracos y robos con violencia e intimidación, 77 fueron robos con fuerza, 141 estafas y hurtos (crecieron un 29 por ciento) y trece ataques directos a representantes y transportistas (que bajaron un 44 por ciento).
El presidente de los joyeros pidió a las administraciones que hagan lo posible «para eliminar estos canales de salida de los productos robados, que van directamente al mercado negro».
Según datos del sector, el año pasado fueron desarticuladas un centenar de mafias en Cataluña, y Matamala advirtió de que «en alguna localidad turística se ha detectado a 25 grupos delictivos dedicados a este tipo de robos».
Respecto al tipo de asaltos, especificó que el método mas habitual el año pasado fue el «butrón» –robo a través de un agujero en la pared o rompiendo el cristal–, mientras que el «alunizaje» – robo tras empotrar un coche contra el escaparate– va a la baja. La mayoría de estos robos se producen fuera del horario comercial. No obstante, Matamala aseguró que no se ha detectado un aumento de la violencia utilizada en los atracos.
Para intentar paliar esta sangría, el Colegio de Joyeros y el departamento de Interior estrecharon su colaboración hace tres meses . En colaboración con los Mossos d'Esquadra se ha desarrollado un sistema de alerta avanzada que permite a los establecimientos avisar de forma directa a nueve direcciones teritoriales de la Policía Autonómica, en el caso de que se detecten comportamientos o situaciones susceptibles de ser delictivos.
«Aún es pronto para valorar esta iniciativa, pero hemos detectado un descenso de robos y atracos en los dos primeros meses de este año», apuntó Matamala. Finalmente, volvió a pedir, como el pasado año, una reforma del Código Penal «para castigar más duramente este tipo de atracos con violencia».