Barcelona

El Govern «se iría a casa» antes de acatar las sentencias del Supremo

Homs reitera que la Generalitat no cederá con la inmersión lingüística. 

El Govern «se iría a casa» antes de acatar las sentencias del Supremo
El Govern «se iría a casa» antes de acatar las sentencias del Supremolarazon

Lunes, 12 de septiembre, inicio del curso escolar: a la Generalitat le quedan 53 días para cumplir con el auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que le obliga a que el castellano sea junto al catalán lengua vehicular en la enseñanza, a la espera de que el propio TSJC resuelva el recurso del Govern. En este preciso día, la Generalitat aprovechó, no sin intención, para lanzar su enésimo mensaje político contra la decisión judicial.

Mientras más de un millón de escolares trataban de situarse en sus aulas ante un nuevo curso cargado de novedades, Francesc Homs, el portavoz del ejecutivo catalán, se afanaba en intensificar ante los micrófonos de Catalunya Ràdio su defensa de la inmersión lingüística. Antes de ceder un «milímetro» por lo que respecta al modelo educativo actual catalán, el Govern «se iría a casa», sentenció Homs.

Presupuestos vs lengua

Las declaraciones del portavoz, aunque supongan un paso más en el desacato gubernamental, no son novedad. La semana pasada la consellera de Ensenyament, Irene Rigau, se postuló como la máxima defensora de la inmersión lingüística al asegurar que mantendería su posición en favor del catalán hasta las últimas consecuencias, asumiendo incluso la posibilidad de ser inhabilitada por no cumplir con la ley.

«Lo que nosotros seguro no haremos nunca es, para aprobar unos presupuestos, ceder en la cuestión de la lengua. Antes nos iríamos a casa humildemente, si éste fuese condicionante y no encontrásemos a nadie, ni PP, ni PSC, ni ERC, para aprobar los presupuestos», seguió Homs. El mensaje, claro y conciso, iba dirigido directamente al Partido Popular, que con su abstención permitió a la Generalitat sacar adelante sus primeros presupuestos el pasado invierno. Más aún, cuando Homs quiso recalcar que el Govern no tiene al PP por socio preferente y que busca, hoy por hoy, en otras formaciones políticas apoyo para cuestiones que considera de gran calado. De hecho, tanto el PSC como ERC no escatimaron esfuerzos en situarse junto a las filas nacionalistas para defender al unísono la inmersión lingüística en las aulas catalanas. «La estabilidad del gobierno descansa en la lógica de los acuerdos variables», reiteró Homs.