Nueva York
Una jueza bloquea la polémica ley de Arizona
María Soledad Díaz, de 24 años, de piel bronce y ojos oscuros, se pone nerviosa cuando LA RAZÓN le pregunta por los insultos que le dirigen los «gringos» (como llaman los hispanos a los estadounidenses blancos) cuando se cruzan con ella. Los susurra en inglés, no en la lengua de sus padres.
Nacida en Estados Unidos, de padre texano y madre mexicana, su realidad es bilingüe. Esta estudiante de Economía en Phoenix ha luchado contra la ley SB 1070, que hoy entra en vigor, con la que se quería criminalizar al indocumentado, que entra hoy en vigor en Arizona, uno de los cuatro estados fronterizos de Estados Unidos junto con California, Nuevo México y Texas.
Una vez aprobada en el Senado a finales de abril, la firma de la gobernadora republicana Janice Brewer puso en el epicentro del debate migratorio al estado de Arizona. Brewer se ha defendido en diferentes ocasiones: «He actuado por la pasividad de la Administración (Obama). Estamos bajo asedio entre los inmigrantes ilegales y las mafias de los narcos».
Desde Washington, Obama ha prometido que intervendrá. Pero sus tímidos gestos no han podido satisfacer ni a defensores ni a opositores de esta ley antiinmigrante. Unos le piden que presente la reforma migratoria que sacaría de las sombras a unos 10,8 millones de indocumentados.
Ayer la juez federal Susan Bolton bloqueó las partes más controvertidas de la ley, entre las que se incluye que los policías tuviesen que compobar el estatus migratorio de las personas durante una investigación. También, que los inmigrantes debieran llevar siempre su documentación consigo. Precisamente, lo que más preocupaba a María Soledad de la ley es el punto en el que se obligaba a la Policía a pedir los papeles a todo aquel sobre el que se tuviese una «sospecha razonable». La joven lo veía claro: «Todo esto es por racismo. Van a pensar que son ilegales los oscuros y chaparritos (bajitos)». El 94 por ciento de las 460.000 personas en situación ilegal en Arizona es de nacionalidad mexicana. Mientras, otros estados del país siguen de cerca los movimientos de este lugar para adoptar leyes similares. Y ya se empieza a hablar de «supremacía blanca de Arizona». En cambio, el afroamericano Jamund Washington, que ha grabado un documental sobre Obama, se resiste a comparar la situación que se vive en esta zona del país con la lucha de derechos civiles en Estados Unidos. «Hay una diferencia: a ningún hispano le han traído a la fuerza como esclavo. A los negros, sí. La gran mayoría de nosotros desciende de esclavos y nuestros apellidos y nombres son los de nuestros amos».
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