Faltan profesionales por César ALCALÁ

Según las encuestas la gente está desilusionada con la clase política. Se atribuye a que los políticos no afrontan los problemas cotidianos de los ciudadanos. Que viven en otro nivel, que pisan poco las calles para conocer la realidad. También se quejan que muchos se perpetúan y no dejan su lugar a las nuevas generaciones. Que falta savia nueva. Algunos simplifican todo esto diciendo que tenemos los políticos que nos merecemos.

Algunas de estas afirmaciones pueden resultar ciertas. Otras habría que ponerlas en cuarentena. Quizás se ha perdido es la profesionalidad. ¿Qué quiero decir? Cualquiera no sirve para dirigir los destinos de los ciudadanos. A muchos les falta preparación y concurren a unas elecciones por pura diversión. Si suena la flauta pasaran cuatro años viviendo de la política y durante ese tiempo no aportan nada. Esta semana tuvo ocasión de asistir a un coloquio que me demostró lo que acabo de decir. Alguien que se presenta a las elecciones llegó tarde. Cuando apareció le pidió a un compañero que lo pusiera al día. No piensen que quería saber cómo había evolucionado el debate. Esto hubiera honrado a la persona. Deseaba saber quiénes eran aquellos que hablaban y se sorprendió al saber que gobernarían durante cuatro años. Esta escena desmerece la clase política. Son pocos, pero deslucen a los profesionales que trabajan, aportan ideas y conviven con la realidad de los ciudadanos.