Copa del Rey

Celtic

Pelea pelea

Hubo más broncas y más patadas que juego. Ganó el que quería que aquello fuera un partido de fútbol.

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Casillas, en su sitio. Al principio le llegaron desde lejos, luego se fueron acercando, pero siempre lo resolvió. Hasta que se encontró con Messi en la línea de gol. Milagros no hubo.

Marcelo, correcto. Frenó a Villa y Alves tampoco le dio problemas, pero con el partido patas arriba perdió la cabeza en un pisotón a Pedro. Resbaló y Afellay se le escapó en el primer gol.

Sergio Ramos, desquiciado. La intensidad hace que algunos no midan. Como Ramos, que hizo una mano impune a los tres minutos y luego vio una amarilla que le impide jugar en el Camp Nou.

Xabi Alonso no pudo mandar. Le quita aire la presencia de Diarra y Pepe en su hábitat natural. Por momentos no supo si era la referencia en el centro o el que presionaba más arriba.

Özil no estuvo. Poco se pudo ver al alemán con el equipo muy metido atrás y él intentando agarrar un balón que pudiera llevar hasta Cristiano. Lo cambiaron en el descanso.

Cristiano, sin gol. Se desquició corriendo detrás del balón en lugar de correr hacia la portería contraria. Sólo tuvo disparos lejanos y no estuvo acertado.

Valdés, seguro. El Madrid era una amenaza lejana, con disparos desde lejos, pero siempre respondió. Hasta cuando no valía, como en un remate de Özil en fuera de juego.

Alves no subió. Bastantes problemas le daba Di María como para llegar al área contraria. El argentino le dio el partido que le gusta, caliente. Además, recibió la plancha de Pepe.

Piqué, tranquilo. Especialmente en la primera mitad, el central azulgrana fue uno de los que más tocó la pelota. El Madrid les permitía jugar hasta el centro del campo y no los agobiaba en ataque.

Xavi, sin espacios. Le faltaba aire y un socio a Xavi, que echó de menos a Iniesta. Pero suyos fueron los primeros disparos del partido, aunque desde lejos. Bien en la dirección.

Villa, sin suerte. Recuperó el gol el último fin de semana jugando por el centro. Ayer le tocó exiliarse en la banda derecha. No pudo con Marcelo y sus disparos chocaron con Casillas.

Messi. Decidió el partido. Es el único jugador capaz de descolocar a todo el equipo contrario con una simple pared. La solución para partidos como el de ayer.

El Bueno: Messi
Suyos fueron los dos goles del partido, una de las escasas referencias futbolísticas que se pudieron encontrar en el partido. Su presencia entre líneas fue lo que más daño le hizo al Madrid, que nunca encontró la manera de frenarlo.

El Feo: Mourinho
Protestó la expulsión de Pepe. «Bien hecho», le dijo al cuarto árbitro y le mandaron a su rincón de castigo. Al asiento más cercano al banquillo. Desde ahí, Julio Cendal, el delegado de seguridad, le ayudaba a transmitir las órdenes a Karanka.

El Malo: Pinto
No jugó ni un minuto, pero no le hizo falta para ser expulsado. Se enzarzó en una pelea con Chendo, el delegado del Madrid, en el descanso después de un rifirrafe entre Arbeloa y Keita y ya no pudo sentarse en el banquillo en la segunda mitad.

La Clave: Pepe, expulsado en el minuto 61
Juega al límite el portugués y, aunque ayer no fue uno de sus partidos más agresivos, Pepe fue expulsado por una entrada con el pie en alto a Dani Alves. Roja directa. Es el riesgo que se corre cuando tu única pretensión es intentar que no jueguen los rivales. Para eso puso Mourinho a Pepe en el centro del campo y por eso otra vez se quedó con 10 en un partido contra el Barça. A lo mejor no es sólo culpa de los árbitros.

Los Técnicos: A Mourinho se le estropeó el plan
Ninguno de los dos quiso arriesgar demasiado. La presión del Madrid no era tan exagerada como en la Copa. El Barcelona no tenía tanta prisa. Y se dedicaron a aguantar y que no pasara nada para jugárselo todo en el Camp Nou. «Mou» sólo hizo un cambio. Adebayor por Özil y mejoró el equipo. Guardiola también con la entrada de Afellay por Pedrito. La diferencia es que Mourinho no pudo mantener su idea por la roja de Pepe. La idea de Pep es eterna.

El Detalle: Un cambio para humillar a «Mou»
Con el partido decidido y el tiempo cumplido, Guardiola dio entrada a Sergi Roberto por Villa. Un juvenil en el tiempo añadido. Una respuesta fuera de la sala de prensa para contestar a Mourinho.