La asignatura pendiente por Antonio PÉREZ-HENARES

Como cada año el gran debate no realizado, y la gran asignatura pendiente, es el energético. La crisis lo ha hecho más urgente y necesario que nunca, pero se carece del ímpetu y la voluntad política de afrontarlo de una vez.
Somos un país dependiente energéticamente. No podemos prescindir de nada y esa necesidad había que aquilatarla, ensamblarla y conjuntarla para darle una salida. Pero no. Se discute de este u otro aspecto. Una día estamos en «viva la solar y abajo la nuclear» y al otro, de lo segundo ya veremos y de lo primero resulta que no hay quien lo pague. Estalla un algo en el carbón o nos llevamos un susto con el petróleo, pero así no se resuelve el sudoku que hace imprescindible jugar y conjugar todas las magnitudes y posibilidades.
Si uno hubiera de expresar un deseo, sería éste uno de los más aconsejables aunque todo parece indicar que en absoluto será realizado. No estarán los políticos para estas cosas y sí para sus elecciones, se celebren cuando se celebren, que hasta puede que se aguante hasta 2012, las generales. La energía será, una vez más, lugar para arrojarse dardos y atizarse en mítines, pero poca esperanza podemos tener en el aporte de una solución y de un plan global y, ya sería una quimera, consensuado.
Pero alguna vez habrá de ser el momento en que se tome la decisión de afrontar lo que era, es y seguirá siendo uno de nuestros grandes lastres.