Pamplona
La «hoja de ruta» secreta de ETA
La banda terrorista ordenó a su brazo político que informara a EA del contenido de su plan.
La «hoja de ruta» que ETA se ha marcado para negociar con el Gobierno, y lograr que sus candidaturas estén en las elecciones municipales y forales del año que viene, incluye una serie de fases, la segunda de las cuales preveía la «interrupción de las actividades de la organización (ETA)».
La primera, era el acuerdo con Eusko Alkartasuna, ya logrado, cuya fin último es la «destrucción política» de Aralar y el «desgaste electoral» del PNV.
«Mínimos democráticos»
En un documento secreto de la banda, al que ha tenido acceso LA RAZÓN y parte de cuyo contenido ya fue adelantado en la edición de este periódico del pasado 5 de julio, se explica el formato que los terroristas quieren dar a la negociación que ayer propusieron al Gobierno con el fin de lograr unos «mínimos necesarios para emprender un proceso democrático».
Esta frase coincide textualmente con la que está incluida en el documento, en el que, a diferencia del comunicado, ETA detalla lo que pretende: ejercicio normalizado de la actividad política (derogación de la Ley de Partidos); paralización de la actividad de las Fuerzas de Seguridad del Estado en la lucha contra la banda y su entramado («represión salvaje», lo llaman); y, como consecuencia de ello, pacto de que no se van a realizar detenciones. Por parte de la banda se garantizaría, el cese de los atentados e, incluso, de los ataques de terrorismo callejero (la llamada «kale borroka»).
La banda también pretende exigir la libertad inmediata de algunos presos, por, según ellos, haber cumplido la condena (derogación de la Doctrina Parot) o que estén enfermos; y que el Ejecutivo haga una declaración pública de va a respetar lo que, en su momento, puedan decidir los ciudadanos del País Vasco, incluidos los cambios que fuera preciso introducir en la Constitución, hasta llegar a la independencia.
Hasta los mensajes
Los pistoleros quieren que en la negociación que han propuesto se fije un calendario de lo que ellos llaman «proceso democrático» y que se acuerde, incluso, los mensajes que en cada momento pueda recibir la ciudadanía, tanto del Ejecutivo como de la banda.
En definitiva, que se establezcan unas bases que permitan superar lo que ellos llaman el «conflicto», tanto a nivel político como «armado».
El primer paso de la «hoja de ruta» de ETA era el acuerdo entre fuerzas independentistas, en especial con Eusko Alkartasuna, para, a corto plazo, estar presentes en las elecciones del año que viene, y, de cara al futuro, constituir el embrión de un futuro «estado vasco».
«Compañero de viaje»
Si se hace caso a lo que dice el documento, que en sus dos primeros puntos, a nivel práctico o teórico, se ha cumplido (el Gobierno ha dejado claro que no está dispuesto a negociar con ETA), Eusko Alkartasuna, «nuestro compañero de viaje», ha sido puntualmente informada por Batasuna de todo el contenido de la «hoja de ruta».
Los fines de esta alianza son, entre otros, el establecimiento de una imagen determinante del nacionalismo independentista para acabar con las ilegalizaciones. Sin embargo, el gran objetivo político es la destrucción de Aralar y el desgaste electoral del PNV.
Los nacionalistas lo tienen bastante claro y han marcado distancia con la alianza Batasuna-EA. Los de Patxi Zabaleta andan con dudas. Según expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN, resultaría «paradójico» que Aralar compareciera conjuntamente con la citada alianza para, una vez lograda la presencia institucional en ayuntamientos y diputaciones, ser literalmente «fulminada».
Inviables
El resto de los pasos de la «hoja de ruta», que son inviables si el Gobierno, como ha asegurado, no negocia con ETA, incluyen un «acuerdo político» de los partidos políticos de las tres provincias vascas y Navarra, que conduciría a otro acuerdo para las reformas estatutarias que deberían acordar los parlamentos de Vitoria y Pamplona. Finalmente, se llegaría a un «Marco democrático» en el que los cuatro territorios quedarían unidos en uno solo mediante un Estatuto Nacional de Autonomía», que conduciría a la formación de un «Estado Vasco».
LOS PUNTOS ESENCIALES
1. Alianza con eusko alkartasuna
- El primer paso era el acuerdo con Eusko Alkartasuna, ya logrado, cuyo objetivo último es la «destrucción política» de Aralar y el «desgaste electoral» del PNV.
- La alianza pretende fijar una imagen determinante del nacionalismo independentista para acabar con las ilegalizaciones.
2. No más detenciones
- El ejercicio normalizado de la actividad política (derogación de la Ley de Partidos); paralización de la actividad de las Fuerzas de Seguridad del Estado en la lucha contra la banda y su entramado y, como consecuencia, compromiso de que no se van a realizar detenciones.
3. Libertad para algunos presos
- ETA también exige la libertad inmediata de algunos presos por haber cumplido la condena o estar enfermos y que el Ejecutivo haga una declaración pública de que va a respetar lo que puedan decidir los ciudadanos vascos, incluidos cambios en la Constitución, hasta llegar a la independencia.
4. Acuerdo con Navarra
- El siguiente paso sería un «Acuerdo político» de los partidos de las tres provincias vascas y Navarra, que conduciría a otro acuerdo para las reformas estatutarias que deberían acordar los parlamentos de Vitoria y Pamplona.
5. La formación del «estado vasco»
- Finalmente, se llegaría a un «Marco democrático» en el que los cuatro territorios quedarían unidos en uno solo mediante un «Estatuto Nacional de Autonomía», que conduciría a la formación de un «Estado vasco».
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