Tabaco e integrismo

Estoy molesto. Más que eso. Indignado. Estuve viendo la película «Campo de batalla», que transcurre en un hospital de campaña durante la Guerra de Corea. Hay que reconocer que Bogart es un gran actor en cualquier circunstancia. Mi gran sorpresa fue ver a médicos y enfermeras fumar en la puerta de entrada de las tiendas de campaña donde estaban los quirófanos. Indignante. La ministra de Sanidad tiene que corregir la permanente incitación al tabaco que llena las películas clásicas. Tras este disgusto opté por ver los «Mercenarios», un bodrio moderno protagonizado por Stallone, sin lugar a dudas uno de los peores actores de la historia pasada, presente y futura. Y una vez más comprobé que también fumaban. La situación es realmente grave y creo que Pajín tiene que crear un departamento que censure cualquier expresión artística en la que aparezca el tabaco. Mientras escribo esto me fumo un puro a la salud de Pajin y los integristas que creerán que lo que he escrito en esta columna iba en serio.