Buenos Aires
Castro despedirá a medio millón de funcionarios
Más de medio millón de trabajadores estatales en Cuba perderán su empleo en los próximos meses, al tiempo que se anuncia una radical transformación de los modelos salariales y de trabajo para paliar la grave situación económica.
Cuba abraza el capitalismo más salvaje: despedirá a medio millón de trabajadores públicos de un plumazo y con tan sólo un mes de sueldo en los bolsillos en concepto de indemnización.
Y es que los Castro no necesitan sentarse a negociar con los sindicatos, no temen a las huelgas ni tienen que soportar debates sobre el abaratamiento del despido; en la dictadura comunista todo es más fácil.
Así lo anunciaba ayer el sindicato único de trabajadores: «Cuba eliminará más de medio millón de empleos hasta el primer trimestre de 2011 buscando elevar la producción y hacer eficiente la deteriorada economía». Se trata de uno de los cambios más importantes del Gobierno en décadas.
El presidente cubano, Raúl Castro, anunció en abril un plan que incluye el recorte de más de un millón de empleados públicos en los próximos cinco años, como parte de sus moderadas reformas para incrementar la productividad y elevar la calidad de los servicios.
En Cuba, el Estado es el principal empleador y la decisión de eliminar el 20 por ciento de su fuerza laboral genera para muchos trabajadores incertidumbre sobre su futuro.
El Gobierno ha asegurado que nadie quedará desamparado y ha ofrecido reubicar a los empleados excedentes en otros sectores que históricamente han sido deficitarios en el país como la agricultura, la construcción, la educación y la Policía.
«Nuestro Estado no puede ni debe continuar manteniendo plantillas infladas, y pérdidas que lastran la economía», señala el documento oficial.
Según el texto de la Central de Trabajadores, se han anunciado una serie de medidas que van desde eliminar el estudio como forma de empleo y la jubilación anticipada, hasta la bajada de salarios para los trabajadores excedentes.
Sin embargo, para absorber a los futuros desempleados se crearán otras alternativas de empleo como «el usufructo, las cooperativas y el trabajo por cuenta propia, hacia donde se moverán cientos de miles de trabajadores en los próximos años». Un camino lento hacia la privatización de los servicios, aunque la jerga oficial prefiere llamarlo «autosostenimiento».
Además, «se modificará el actual tratamiento laboral y salarial (...), pues ya no será posible aplicar la fórmula de proteger o subsidiar salarialmente de forma indefinida a los trabajadores». El sistema será progresivamente sustituido por el de «pago por resultados».Todas estas medidas, una auténtica revolución en el modelo cubano, habían venido precedidas de una serie de llamadas de atención del presidente Raúl Castro sobre la carga que soporta el Estado cubano y la necesidad de mejorar la productividad.
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