Elecciones andaluzas

Rubalcaba nuevo estreno andaluz y viejas promesas a medias

Alfredo Pérez Rubalcaba iniciará previsiblemente mañana en Sevilla su gira como candidato socialista a la Presidencia del Gobierno. Andalucía vuelve a ser su comunidad de estreno. Ya lo fue después de convertirse en el hombre fuerte del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero a finales del año pasado.

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La Cadena Ser avanzó ayer que está previsto que Rubalcaba mantenga una reunión con representantes del Gobierno andaluz y del PSOE-A, en la que le arrancarían compromisos con la comunidad autónoma que se elevarían a 2.500 millones de euros, lo que permitiría a los socialistas andaluces coger oxígeno de cara a las elecciones autonómicas del próximo mes de marzo después del serio varapalo sufrido en las municipales. La cifra es muy llamativa, la misma que la de la liquidación del modelo de financiación 97-2001 que pagó Rodríguez Zapatero al conseguir la Presidencia del Gobierno en 2004 y que ha sido uno de los principales estandartes de defensa del PSOE andaluz. Sin embargo, fuentes de la Junta de Andalucía confirmaron a este periódico que a día de hoy en la agenda institucional del presidente no hay previsto ningún encuentro con Rubalcaba, por lo que el acto del miércoles sería puramente de partido.

El vicepresidente primero del Gobierno, en cualquier caso, ya llegó con compromisos debajo del brazo en su primera visita como flamante «vicetodo». Fue en el encuentro con Griñán en el Palacio de San Telmo del 13 de diciembre de 2010. Sin embargo, sólo uno de los compromisos era nuevo y acabó venido a menos. Rubalcaba anunció que en fechas próximas –el 23 de diciembre– se firmaría un convenio por 311 millones de euros para hacer 24.000 actuaciones en viviendas de VPO, centradas en ayudas a inquilinos y rehabilitación. La medida rebajaba el fuego abierto por el presidente andaluz, quien había criticado que el decreto estatal pusiera fin a las ayudas a la compra de vivienda protegida. No obstante, el día de la firma del indicado convenio, con la recién estrenada consejera de Obras Públicas y Vivienda, Josefina Cruz, la ministra del ramo, Beatriz Corredor, y el delegado del Gobierno andaluz, Luis García Garrido, estrechando manos y ensanchando sonrisa, los 311 millones se redujeron a 57 para algo más de 6.000 actuaciones en vivienda.

Respecto a los otros compromisos con los que llegó Rubalcaba, ya se habían pactado previamente con tres ministros: con Rosa Aguilar (la transferencia de las competencias para gestionar los chiringuitos y el control sobre el deslinde de doñana); con Manuel Chaves (la gestión de los establecimientos hosteleros de playa); y con José Blanco (la línea férrea Antequera-Algeciras). Los elogios al PSOE andaluz de aquella visita institucional de finales del año pasado –«es un partido sólido, serio y sabe gobernar»– se repitieron en la rueda de prensa de ayer en Ferraz: «Es un pedazo de partido», «está en la sociedad y tiene una relación con la sociedad extraordinariamente fértil y fluida». Salió de este modo al paso Rubalcaba, según informa Ep, al ser preguntado por las posibles reticencias de los socialistas andaluces de mostrarles su apoyo después del respaldo, al menos tácito, de Griñán a Carme Chacón. «No he tenido ninguna duda», remachó, sobre el apoyo del PSOE-A y añadió que se ha sentido «supercómodo y superquerido» en la campaña andaluza de las municipales.

Arenas: «Cambiar para volver al pasado»
El presidente del PP andaluz, Javier Arenas, afirmó ayer que «cambiar para volver al pasado es lo contrario a lo que nos pidió (la ciudadanía) el 22 de mayo en las urnas», al tiempo que deslizó que las primarias del PSOE «suenan mucho a pantomima». Durante un acto en la localidad sevillana de Carmona, Arenas se refirió así al vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien para el dirigente popular «representa exactamente el pasado, lo contrario a lo que pidieron los españoles el 22 de mayo, que es el cambio». «Los cambios de liderazgo que no suponen un cambio a una generación más joven están condenados al fracaso», abundó, tras resaltar que «es lo que ha pasado en Andalucía con (Manuel) Chaves y (José Antonio) Griñán, que son de la misma generación y llevan 30 años compartiendo políticas», apostilló.