Argentina
Las series españolas viajan con éxito al extranjero
«El barco» y «Ángel o demonio», las últimas ficciones que se han vendido fuera de nuestras fronteras, un negocio que demuestra que la producción española goza de muy buena salud.
¿Cómo suena la voz de Mario Casas en polaco? ¿Y la de Juanjo Artero en ruso? Parece que «El Barco» sólo ha perdido el rumbo en la ficción, porque en lo que se refiere a las parrillas de televisión, la serie de Globomedia va viento en popa.Ha recalado en Polonia y Rusia y próximamente llegará a otros 23 países. Están interesados, incluso, varios productores estadounidenses. Por su parte, Plural ha conseguido vender «Ángel o demonio» a Francia, país que ya emitía otra de sus series, «¿Hay alguien ahí?», que también ha llegado a Rusia.
Fidelidad a la filosofía
Cuando se habla de la exportación de series nacionales al extranjero hay que distinguir entre la venta de «la lata» –la serie original que posteriormente se dobla– o el formato –la venta de derechos para un adaptación en la que se respeta la idea original–. «Facilitamos la ‘‘biblia'' de la serie y, aunque cada país tiene libertad para adaptarlo, no hacemos muchas concesiones para que no se desvirtúe la filosofía del producto», asegura José Manuel Rey-Cabarcos, director general de Contenidos de Plural Enterteinment.
Vender la lata es mucho más fácil que exportar el formato, aunque esto último es más gratificante, porque «es una idea original que ha gustado fuera, y ayudar a adaptarla a cada país es un trabajo de fondo», señala Geraldine Gonard, directora de ventas de Imagina Sales, que se encarga de exportar las ficciones de Globomedia.
Un trabajo que comienza por rebajar el tono de algunas tramas, como es el caso del maltrato, el alcoholismo, la homosexualidad o los desnudos, porque Gonard y Rey-Cabarcos coinciden en que la producción española es muy arriesgada en sus argumentos. Turquía, por ejemplo, no pudo comprar más temporadas de «Los hombres de Paco» porque en las tramas comenzaba una relación homosexual entre mujeres.
Una de las últimas adaptaciones de Globomedia ha sido «El internado», que se puede ver en Rusia o Francia. Las luces, la posición de las cámaras, el vestuario o la amplitud de los platós es algo en lo que la productora no claudica y también ha asesorado sobre los personajes que no pueden desaparecer de las tramas porque no se entenderían los capítulos posteriores.
México, Argentina, Alemania, Bulgaria y los ya citados Rusia y Polonia, son los mercados más abiertos al producto español, y los más complicados son el americano y el anglosajón.
Generalmente, estos compradores no adquieren series con pocos capítulos, y las «sit com» son el género más difícil de adaptar, mientras que las series policíacas, los dramas o el género fantástico se prestan más a la transformación. Aunque siempre hay excepciones. La lata «Águila roja» se ha vendido a 19 países, pero sólo Italia está estudiando una adaptación porque «es una serie muy cara de producir y casi todos los países ya tienen sus propios héroes nacionales», asegura Geraldine Gonard.
LAS CLAVES DE LA EXPORTACIÓN
Lo que más gusta
Las series policíacas, los dramas y el género fantástico.
Lo que menos compran
Las «sit com», las series de pocos capítulos y las costumbristas porque se adaptan peor.
Lo que no se suele permitir
No se hacen concesiones respecto a la desaparición de personajes que alterarían la trama, en la posición de las cámaras, en el vestuario...
Lo que más hay que cambiar
La ficción española es arriesgada en los argumentos y normalmente hay que rebajar el tono de algunas tramas en temas como el alcoholismo, los desnudos o la homosexualidad.
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