Festival de Málaga

Bollaín dispara al presidente

Hasta hace poco sólo unos cuantos, los que sufrían del exotismo de interesarse por la política cinematográfica de este país, sabían que la Academia de Cine era bastante parecida a un vodevil con múltiples puertas, incluso antes de trasladarse a la palaciega sede de Zurbano

Icíar Bollaín: De la Iglesia «ha abierto una crisis innecesaria y muy dañina»
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Ahora que el carisma de De la Iglesia y su reto a la ministra de Cultura le ha catapultado a líder de masas en la red y portada de periódicos y telediarios, la sorpresa empieza a ser global.

Tras el cónclave de anteayer parecía que las cosas estaban más calmadas. La Junta Directiva realizó algún reproche a las formas en que el cineasta anunció que dejaría la presidencia tras los Goya, es decir, en internet antes que oficialmente, pero le dieron su respaldo para que presidiera la ceremonia contra el criterio de Cultura, que prefería que fuera Iciar Bollaín, actual vicepresidenta. Así que quien ocupará el sillón junto a la ministra en la noche del 25 aniversario de la institución será De la Iglesia, que antes de tres meses será sustituido por el nuevo equipo que salga de las elecciones que han convocado.

Fuera de las elecciones

Si en la comparecencia tras la reunión Bollaín fue cariñosa con su compañero y se limitó a subrayar un «tirón de orejas», ayer envió un comunicado para marcar distancias con él: «Ha abierto una crisis innecesaria y muy dañina para nuestro cine», manifestó la directora, que pretendía dejar claro que «nadie piense que tiene mi apoyo en todo esto».

Parece que lo que ha motivado la airada respuesta fue que se diera por hecho que si De la Iglesia abandonaba su cargo, ella iba a hacerlo también: «Desde el principio me pareció que si quería dimitir, debía hacerlo y marcharse en ese momento. Lo que dije fue que si eso ocurría, yo no iba a asumir la presidencia, y propuse a otro miembro de la junta para ello», puntualizó. La autora de «Te doy mis ojos» desea que la calma vuelva cuanto antes a la institución, pero ya anuncia que no se presentará a los próximos comicios.

La red, y en especial Twitter, convirtió las peleas de la Academia en varios de sus «trending topics», las adhesiones a De la Iglesia no dejan de crecer y las críticas se cebaron con Bollaín y Gerardo Herrero, especialmente crítico con los «piratas» en la red. Los internautas llegaron a proponer un boicot contra las películas de éste, sin caer en la cuenta de que era el productor del último largometraje de Álex de la Iglesia, que aún permanece en la cartelera.

A medida que pasan los días el interés por la gala va creciendo, y no precisamente por cuál será el reparto de los galardones. Buenafuente, el presentador de la noche, seguro que quiere brindarnos una comedia. Lo que ocurra en los pasillos y en las butacas, que será lo que interese más al espectador y a los asistentes, transcurrirá de forma más parecida a un «thriller», en el que nadie sabe dónde lleva el enemigo el cuchillo. El duelo se dirimirá también en el escenario, pues la dos principales candidatas a los premios son obra del presidente («Balada triste de trompeta») y de la vicepresidenta («También la lluvia»). Por cierto que el «showman» catalán dejó caer en su Twitter que si De la Iglesia hubiera dimitido antes de los premios él se hubiera enfrentado a un dilema, pues fue éste su máximo valedor para que presentara la ceremonia el año pasado y volviera a hacerlo éste.

El tercer invitado al duelo, la ministra de Cultura, ve cómo se agrava la relación con el único frente de su departamento que conocía bien, el cine. Muchos de los académicos no han visto con buenos ojos que desde el Ministerio se hiciera pública la predilección por Iciar Bollaín.
 

La protesta tiene narices y rojas
Si Álex de la Iglesia ha descubierto una nueva vocación en twittear, pArturo Pérez Reverte no le va la zaga: se bate en combates de 140 caracteres con quien haga falta. Pero el creador de Alatriste defiende hasta las últimas consecuencias la postura de Álex, así que ha decidido emprender una campaña en su favor. El gesto es lo primero en estos casos, así que es posible reconocer a los «delaiglesistas» porque han añadido a la foto de su perfil una nariz roja similar a la que luce Álex en su foto, símbolo está ligado a la promoción de su última película, protagonizada por dos payasos. Será curioso observar la recaudación de este fin de semana y comprobar si las adhesiones multitudinarias del realizador en la red se traducen en colas para ver su película en las salas. O, por el contrario, si se multiplican las descargas ilícitas en la red. El lunes lo comprobaremos.