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«El maquinista de La General» por Martín Prieto

La Razón
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Al presidente argentino Raúl Ricardo Alfonsín, de la Unión Cívica Radical (krausistas), la peronista Confederación General del Trabajo –CGT– le organizó 36 huelgas generales en cuatro años. El país estaba en hiperinflación y salía de la noche de las Juntas Militares. No entendiendo nada pedí una reunión privada con la dirigencia sindical: «Usted es europeo y no entiende al sindicalismo argentino. No somos reivindicativos; estamos haciendo política para desestabilizar al Gobierno de Alfonsín. Desde 1931 los radicales se acabaron con Hipólito Solari Irigoyen y ahora no hay más que peronismo a pesar de haber perdido las elecciones». Antes, hace millones de años, conocí a Manuel Aznar, abuelo del ex presidente, un personaje político y periodístico que logró ser condenado a muerte por los republicanos y los franquistas. Como corresponsal en Washington fue reconocido por todos su pronóstico de que Truman, el camisero de Missouri, ganaría las elecciones tras la muerte de Franklin D.Roosvelt. Don Manuel explicaba al alevín de periodista: «Se tiene mucho poder en la Casa Blanca y es muy difícil perder salvo una crisis de confianza nacional». Nuestros politólogos coinciden en que cuando el PSOE ha perdido el poder municipal, el autonómico y el gubernamental, su horizonte es recuperarse en dos legislaturas en el mejor de los casos. Una no basta, a menos que caigamos en el amor griego. «El maquinista de La General» es Pérez Rubalcaba, el factor de nuestra huelga general que sin su multiplicación quedará en jubilado de Químicas, nuestro Buster Keaton. El diseño político es usar a los dos grandes sindicatos subvencionados como Panzer-división para dejar la calle bien caliente. Méndez y Toxo fueron corresponsables de que nos dirijamos a los seis millones de parados. En siete años no movieron un dedo por ellos. Hoy preferirían ninguna reforma laboral en el precipicio que a ellos les gusta. Ni siquiera les interesan las reformas sobre las hipotecas. «El maquinista de La General» ha arrancado la locomotora. El peronismo-socialismo, impera.