España

Miénteme yo te botaré

La Razón
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Ésta vez no fue «Bienvenido Mr. Marshal», sino Frau Merkel, quien vino a recoger los pedazos de los sueños rotos de toda España. No sólo de promesas, palabras «buenistas» y subsidios de «quitaypón» vive un parado. Aunque bien mirado, ya que las mentiras parecen alimentarnos muy bien, deberíamos patentarlo y exportarlo, y así, a lo mejor, sacamos al país de la crisis en la que está inmerso en la actualidad.

Nuestro «sanZPdelasruinas» finge hacer los deberes. Con talante, brotes verdes o rábanos, tanto da, a los españoles nos desgobiernan a base de contarnos «milongas tralará». Muchos aún siguen pensando en votarle. ¿Acaso se ven reflejados en su proceder, personalidad o mediocridad? ¿O les gusta que les tomen el pelo?

ZP&cía han normalizado belenización y amiguismo, haciéndonos creer que son consustanciales al pueblo español. España, cual damisela de diadema requetefloja, sigue creyendo y confiando en «zetapé» a pesar de que la maltrata de palabra, paro e inflación. Conclusión: en España tenemos la autoestima fatal. Si nos respetásemos, no consentiríamos que nos mintiesen como lo están haciendo. «¡España no se merece un Gobierno que mienta!», Rubalcaba dixit.

Maestros de la propaganda política, saben cómo convertir mentira en falsa verdad. Miénteme menos y gobierna más. O media España asume la responsabilidad de haber votado a alguien que miente tanto como desgobierna, botándole lejos en los próximos comicios, o nos hundiremos cual Titanic. De sabios y valientes es asumir que uno se ha equivocado, lo contrario es extremadamente peligroso. Muchas mentiras, parados y excesiva desfachatez. Se acabó el cuento de la lechera, «zetapé». Yo no soy tonto.