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Condenado a 25 años de cárcel el «miniMadoff» de Long Island

Un juez de Nueva York condenó hoy a 25 años de cárcel al presidente de Agape World y AMA, Nicholas Cosmo, por estafar a más de 4.000 personas casi 200 millones de dólares (145 millones de euros) con un plan financiero piramidal, informó la Fiscalía del Distrito Este.

Cosmo, bautizado como el "miniMadoff"de Long Insland (Nueva York) por la prensa, se había declarado culpable de un delito de estafa hace casi un año, y hoy el juez federal Denis Hurley le condenó a 25 años de prisión y a pagar 179 millones de dólares (129 millones de euros) para indemnizar a las más de 4.000 víctimas.

"Tal como recordaron hoy en el tribunal varias de sus víctimas, el comportamiento del condenado acabó con los sueños y esperanzas de muchos ciudadanos corrientes", afirmó la fiscal del Distrito Este de Nueva York, Loretta Lynch, para quien la condena de hoy es una nueva "advertencia"de lo que le espera a los que "mienten y roban".

Según la Fiscalía, el dueño de Agape World y AMA planificó y llevó a cabo un plan fraudulento en el que tanto él como otros que actuaban bajo su dirección daban a entender a inversores que el dinero que invertían sería para dar préstamos a corto plazo a empresas.

Esos supuestos préstamos eran concedidos por Agape World y AMA (dos compañías controladas por Cosmo y con oficinas en Nueva York) y garantizados por los prestatarios, a los que se les explicaba que tenían un margen de seguridad del 99 por ciento.

La mayor parte del dinero invertido en ambas firmas se usó, según la acusación, "para pagar a los inversores más antiguos, para abonar 55 millones de dólares (40 millones de euros) a los intermediarios que buscaban nuevos inversores y para financiar siete cuentas de contratos de futuros de materias primas controladas por Cosmo".

Con esas cuentas, Cosmo, de 40 años, llegó a perder más de 80 millones de dólares (58 millones de euros) entre octubre de 2003 y ese mismo mes de 2008, y el 22 de enero de 2009 quedaban sólo unos 746.000 dólares (540.000 euros).

"Para encubrir que los intereses que se les abonaban eran en realidad fondos aportados por nuevos inversores, Cosmo inflaba falsamente los beneficios de los préstamos comerciales que sí se habían concedido", según la Fiscalía.

De esta forma, el financiero repartió cerca de 5,2 millones de dólares (3,7 millones de euros) entre más de cien inversores, al asegurar que procedían de los réditos de un préstamo concedido, pese a que en realidad ese crédito generó menos de 45.000 dólares (32.600 euros).