Cataluña

OPINIÓN: Vamos mejorando

La Razón
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Cuando en Cataluña surgen las grandes manifestaciones de rara unanimidad y abundante grandilocuencia es que estamos a punto de meter la pata. En 1907 la celebrada Solidaridad Catalana acabó, dos años después, con la Semana Trágica y la rebatiña de los catalanistas de la época. En 1919 la campaña del primer Estatuto se saldó con una guerra social, la oleada de atentados anarquistas y, al final, la dictadura del general Primo de Rivera.En 1934, en una situación análoga a la de ahora de insurrección contra una sentencia del Constitucional republicano, se acabó con una intentona revolucionaria contra el gobierno de la nación, y Companys y su gabinete condenados a 30 años de cárcel. En cambio, ahora, la pataleta contra el Constitucional ha alcanzado su máximo, con una rocambolesca manifestación con el cartel partido y en medio un Montilla muy enfadado, no sabemos si por la sentencia o por tener que retratarse en medio de una marea de banderas separatistas. En 1934, existían unos piquetes (escamots) armados de Esquerra y Estat Català, con uniforme incluido al puro estilo fascista. También, se montó una huelga revolucionaria y se paralizó el país. Igualmente, se repartieron armas a doquier. Si esto pasaba hace 75 años, vemos que lo de ahora hasta es simpático y bonachón.