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Báñez pide al PSOE que «abandone la pancarta» y haga aportaciones a la reforma laboral

 La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha pedido a todos los grupos que apoyen la reforma laboral del Gobierno bien respaldando su convalidación hoy o bien presentando enmiendas que la mejoren en su trámite parlamentario. El PSOE dice que la reforma es un «ajuste de cuentas de la derecha más radical contra los derechos sociales».

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha pedido al PSOE que "abandone las movilizaciones y las pancartas"y que sea "leal"como, según aseguró, lo fue el PP ante la reforma laboral del Gobierno socialista en 2010, que provocó la última huelga general.

En medio de un acalorado 'rifi-rafe' durante el debate de convalidación de la reforma laboral, que obligó a intervenir en varias ocasiones al presidente de la Cámara Baja, Jesús Posada, Báñez instó a la bancada socialista a realizar "propuestas concretas"durante la tramitación parlamentaria de la reforma y recordó que los 'populares' presentaron hasta 71 enmiendas a la suya. "Construyan, colaboren y ayuden", les espetó.

Sin embargo, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, había descargado antes una batería de acusaciones contra el PSOE en su primer turno de réplica y había acusado a los gobiernos del PSOE de ser "máquinas de destrucción de empleos".

Báñez se defendió así de las críticas de la portavoz del PSOE, Soraya Rodríguez, quien, entre otras cosas, le reprochó que haya aprobado una reforma laboral "ideológica", que supone "el ajuste de cuentas de la derecha más radical de este país contra los derechos sociales de los trabajadores".

La ministra de Empleo aprovechó su turno de palabra para asegurar que "las reformas que trajeron más precariedad laboral y mandaron más trabajadores al paro fueron las de los gobiernos socialistas", entre las que incluyó los "contratos basura"del Ejecutivo de Felipe González o el recorte de prestaciones por desempleo de 1992.

Más aún, puso sobre el tapete los recortes de mayo de 2010, cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero bajó el sueldo a los funcionario y congeló las pensiones. "Vergüenza les debería de dar", llegó a decir al sacar a colación, finalmente, el escándalo de los EREs en Andalucía con el que, según dijo, se han lucrado "tres socialistas".

"Es la reforma laboral para facilitar el despido. Ya están sus gobiernos para despedir, ustedes sí que son una máquina de destrucción de puestos de trabajo, no los del Gobierno 'popular'", retomó la ministra de Empleo.

NO HICIERON NADA POR CAUSALIZAR EL DESPIDO

Por otro lado, Báñez señaló que durante el último gobierno socialista, el 70% de los despidos se realizaron sin causa justificada y que el Ejecutivo "no hizo nada".

"Ha tenido que venir un Gobierno del PP para quitar el 'despido 'exprés' y volver a los despidos con causa para defender a los trabajadores", añadió, para apostillar que ello es válido también para el sector público: "los funcionarios van a seguir conservando todos sus derechos, sólo faltaría", apostilló.

Asimismo, sostuvo que la reforma ofrece un "respeto infinito"a la negociación colectiva, pero la hace "más moderna y más cercana a los intereses de los empresarios y de los trabajadores". "No dinamitamos la negociación colectiva, la respetamos profundamente porque confiamos en las partes", agregó.

Por otro lado, la ministra de Empleo defendió que la reforma laboral "no va a subvencionar el despido improcedente, como en anteriores reformas"porque refuerza la causalidad del despido.

LOS SOCIALISTAS HABLAN DE UNA REFORMA "IDEOLOGICA"

Por su parte, la portavoz parlamentaria socialista, espetó al Gobierno que la reforma laboral "ideológica"presentada al Congreso es "el ajuste de cuentas de la derecha más radical de este país contra los derechos sociales de los trabajadores"y aseguró que es "inútil"porque "no va a crear empleo".

La socialista justificó "con convicción"su voto en contra de una "mala, malísima, reforma"que es "útil, pero para el objetivo no expresado en la norma: facilitar el despido", porque económicamente es "una barbaridad porque destruye empleo en un momento de recesión económica y grandes ajustes presupuestarios".

"Ojo con seguir utilizando las cifras de desempleo como una excusa, una coartada, para presentar esta reforma. Llevan más de 300.000 parados en dos meses. Nosotros asumimos la responsabilidad de todos y cada uno de los parados que se crearon mientras gestionábamos una crisis, ¿si el presidente estuviera aquí también lo haría?", preguntó, precisamente en el momento en que Mariano Rajoy hacía acto de presencia en el Pleno.

DESEQUILIBRADA

Así, señaló que el texto es "profundamente desequilibrado porque supone la ruptura de los equilibrios constitucionales en que se ha basado la paz y la cohesión social"ya que los empresarios consiguen la capacidad de "imponer unilateralmente"las condiciones laborales gracias a que se "posibilita un despido más rápido"--al ampliar las causas objetivas del despido y quitar las autorizaciones administrativas--, "más barato"y sin "control sindical, administrativo o judicial".

La socialista criticó así el nuevo contrato de un año, que "permite a los empresarios contratar durante un tiempo, que ya ampliarán ustedes, sin ninguna protección por despido, a coste cero y sin causa".

"Este contrato es inconstitucional", alertó, añadiendo que ésta será la vía para "blanquear las cifras"de temporalidad y contratación porque "todos los contratos temporales que sí tienen indemnización por despido se convertirán en indefinidos de un año".

Además, ha alertado de que se permite que "los ayuntamientos realicen el ajuste presupuestario a costa del despido de sus trabajadores"al "impedir que puedan abrir EREs que suspenda los contratos o reduzca jornadas un tiempo para no despedir". "¿Por qué lo prohíben? Aquí hay ajuste del presupuesto a través del empleo, despedimos a los trabajadores de los servicios públicos y luego, quitada la masa laboral, privatizamos los servicios", ha pronosticado.

SE CAERA EN EL "DUMPING SOCIAL"

Asimismo, Rodríguez ha criticado que se "consigue el perfecto desarme de los procedimientos de la negociación colectiva, ampliando las causas de descuelgue y limitando la ultraactividad de los convenios", lo que llevará al "dumping social"porque se buscará tener "más beneficios empresariales a costa de los derechos laborales".

En esto, resultarán especialmente perjudicados las mujeres, por los "cambios en la lactancia"y porque "ahora la conciliación dependerá única y exclusivamente de la voluntad del empresario", y los jóvenes.

Finalmente, Rodríguez ha reprochado a la ministra que no aprovechara el acuerdo alcanzado entre sindicatos y patronal a finales de enero, y ha reclamado al Gobierno que "dialoguen, reciban a los sindicatos"y busquen "acuerdo y diálogo". "No les gustan mis argumentos, pero intenten rebatirlos, no eliminar el derecho a la palabra que tenemos en la Cámara. Tienen ustedes los votos; pongan los argumentos", ha concluido, poniendo en pie al grupo socialista.