África

Adif

En el laberinto de Gadafi

Los rebeldes entran en los túneles, con aire acondicionado, bajo Bab al Aziziya. El coronel estaría escondido junto a su familia

Los rebeldes entraron por fin ayer en el complejo de túneles subterráneos. Encontraron almacenes con cantidades de petróleo, comida y medicinas suficientes para un largo asedio.
Los rebeldes entraron por fin ayer en el complejo de túneles subterráneos. Encontraron almacenes con cantidades de petróleo, comida y medicinas suficientes para un largo asedio.larazon

Madrid- Lo que parecía una invención de los enemigos de Muamar Gadafi se ha confirmado. Bajo el complejo de Bab al Aziziya existe un laberinto de túneles que lleva a habitaciones y a diversos búnkeres. No hay luz, pero los rebeldes sí han visto que el aire acondicionado funciona. A cada metro que recorren los opositores libios, sus sospechas de que Gadafi se encuentra bajo tierra se corroboran. «Están juntos. En un agujero pequeño», contó a AP Muhammad Gomaa, uno de los combatientes, y añadió con optimismo: «Hoy terminaremos. Hoy acabaremos con esto». Los rebeldes aseguran que Gadafi y los suyos –incluidos sus hijos Saif y Aisha– habrían cruzado estos pasadizos en vehículos armados para huir junto a otros asesores del régimen. Al cierre de esta edición, todavía no encontraron la escotilla o puerta que les desvelara el paradero del coronel. Y es que en el laberinto de Gadafi también hay trampas explosivas, pero las fuerzas del Gobierno de Bengasi están cada vez más agotadas con todos los frentes que tienen abiertos sobre tierra y no cuentan con los recursos suficientes para seguir la pista «a Gadafi dentro de sus cloacas».
Una posibilidad apuntada en el «Daily Mail» es que los gadafistas usan los túneles para escapar y aparecer en otra zona. También que, el Hotel Rixos –donde los periodistas fueron «secuestrados» durante seis días– está siendo tan fuertemente defendido, para evitar que exploren los túneles subterráneos. La pregunta es a dónde conducen los túneles y las hipótesis barajadas: al mar, al aeropuerto de Mitiga, a Sirte o Sabha, e incluso al desierto del Sáhara.


Una «cloaca» kilométrica
Los rebeldes entraron por fin ayer en el complejo de túneles subterráneos. Encontraron almacenes con cantidades de petróleo, comida y medicinas suficientes para un largo asedio.
Con linternas y con temor a no ver las trampas dentro del túnel, los opositores registraron algunas habitaciones en busca de pistas del coronel.