Latbus debe ser auditada

La huelga salvaje de los conductores de autobús de Murcia ha concluido, y con no pocos daños colaterales. Los más afectados, como siempre, suelen ser los más débiles en el conflicto, léase, los propios conductores y, en segundo lugar, la administración municipal que aún habiendo hecho sus deberes se ha visto arremetida por una reivindicación en su sentido más extremo. El plante de los trabajadores de Latbus puede ser justo, pero pierde toda la razón al poner sobre los ciudadanos y el Ayuntamiento el peso de la carga. Los trabajadores, parecen no haber cobrado lo que se les debía y de ahí su respuesta radicalizada, mientras que el Ayuntamiento salía mal parado y con la obligación de demostrar que efectuó los pagos en tiempo y forma. Ya desconvocada la huelga, todas las miradas se dirigen hacia la empresa Latbus, a la que el Consistorio le ha abierto un expediente y amenaza con retirarle la concesión. Los conductores están tocados y sin moral por el daño causado y por tener que volver a donde estaban, y, el Ayuntamiento, igualmente tocado por la impopularidad de lo sucedido. Ha fallado la empresa, y sobre ella debe caer toda la responsabilidad de los sucedido, y eso empieza por una auditoría de sus cuentas y otras medidas que aseguren la conveniencia de retirarle la gestión de este servicio, porque lo que no puede hacer es jugar con los trabajadores y la administración.