Bruselas
Italia salva el escollo parlamentario y aprueba su segundo plan de ajuste
El Gobierno italiano logró salvar ayer el escollo parlamentario, mantener el tipo frente a sus socios europeos y dar salida a su último plan de ajuste, de 54.000 millones de euros, con el que Silvio Berlusconi no sólo pretende calmar las aguas en los mercados financieros (la prima de riesgo italiana volvió a cruzar esta semana la línea roja de los 400 puntos), sino convencer en Bruselas de que puede lograr el equilibrio presupuestario en 2013.
Aunque las diferencias en torno al plan de Berlusconi quedaron latentes con el resultado de la votación de la Cámara de los Diputados, 314 votos a favor y 300 en contra, el Parlamento lanzó el segundo plan de austeridad de Italia. El plan se suma al de los 79.000 millones de euros que ya aprobó el pasado 15 de julio. Pero poco más tardó el Ejecutivo italiano en fraguar la redacción de un nuevo paquete de medidas para sortear la crisis dadas las presiones del Banco Central Europeo (BCE), que incluso condicionó la compra de deuda pública italiana a la toma de medidas por parte de Berlusconi. El segundo texto salió a la luz en agosto y fue objeto de modificaciones hasta el pasado 7 de septiembre, cuando recibió el visto bueno del Senado. Intacto desde entonces, logró ayer oficializar la subida de un punto porcentual del IVA, hasta el 21%, lo que supondrá, según los cálculos del Gobierno italiano, una recaudación de hasta 4.000 millones anuales. Asimismo, el plan incluye un gravamen del 3% sobre las rentas declaradas que superen los 300.000 euros, lo que, según el Ministerio de Economía del país, sólo afectará a 34.000 italianos; y adelanta de 2016 a 2014 la introducción de una medida destinada a retrasar la edad de jubilación de las mujeres en el sector privado, con lo que la equiparará a la de los hombres y pasará de los 60 a los 65 años. Establece además el endurecimiento de la lucha contra la evasión fiscal e introduce penas de cárcel para quienes evadan más de 3 millones, sólo cuando esa cuantía se corresponda con el 30% de su facturación anual.
«Otoño caliente» en Reino Unido
Los sindicatos de Reino Unido preparan una oleada de huelgas en otoño para combatir, por todos los medios, los recortes impuestos por el Gobierno de David Cameron en el sector público, que registró un gran número de despidos desde que llegó al poder la coalición entre conservadores y liberales. En representación de millones de funcionarios de la Administración pública, transporte, profesores o bomberos, los principales sindicatos del país convocarán votaciones entre sus miembros sobre la posibilidad de coordinar una huelga general, prohibida en el país, y que, de llevarse a cabo, sería la mayor contestación social en las calles británicas desde los paros de 1926.
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