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Cañada Real un paraíso para los animales

Cañada Real Open Center fue creado en 1988 para la Defensa de la Naturaleza, y declarado de utilidad pública por el Ayuntamiento de El Escorial. Su fundador, José María Blanc era un apasionado de los animales y no dudó en invertir su tiempo y dinero en un proyecto basado en la defensa y conservación de la flora y fauna silvestre.

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A través de la Fundación que lleva su nombre, Blanc ha querido despertar sobre todo en los más pequeños el respeto y el conocimiento de la fauna y flora silvestres y la necesidad de conservarlas como un legado para las siguientes generaciones. Así es como nació el Centro de Naturaleza Cañada Real. Un instrumento para perpetuar dicha labor y con el cual se identifican y comparten con ilusión todos aquellos que en dicho centro desarrollan su trabajo.

Un buitre con historia
Se trata de una antigua finca de carácter agropecuario que, con cariño y paciencia, los responsables de Cañada han conseguido convertir en un auténtica residencia de animales. El centro lleva más de 20 años recogiendo a especies de la fauna ibérica que presentan heridas o han sido víctimas de accidentes y necesitan un periodo de recuperación razonable para volver a estar en libertad. Una vez recuperados son devueltos a su medio original y sólo permanecen en el centro aquellos ejemplares ya incurables, cuyo comportamiento es objeto de estudio por parte de la Fundación Para la Defensa de la Naturaleza.

«A menudo nos llegan animales que presentan lesiones y deben ser atentidos con urgencia. Nosotros nos encargamos de darles los primeros cuidados y luego nos ponemos en contacto con otros organismos donde les terminan de sanar. Si al pasar un tiempo el animal no está listo para enfrentarse a la vida en libertad, el centro le acoge, dándole todo lo que necesita para que no extrañe en ningún momento sus orígenes», explica Yolanda Gacimartín, una de las responsables del centro de educación ambiental.

Éste fue el caso de Nico, un buitre leonado que es todo un estandarte para Cañada Real, ya que lleva en el centro desde que éste abrió sus puertas al público. «Un cazador le disparó en el ala y a pesar de los cuidados que se le han dado ya no puede volar como antes. Pasó por una serie de tratamientos para intentar que se recuperara pero fue imposible, por ello debe permanecer aquí con nosotros», señala Gacimartín.

El cariño que este buitre ha despertado en todo el equipo que forma parte de Cañada ha hecho que se haya creado un club con su nombre. A través del club y por el módico precio de 4 euros todos aquellos que tengan hasta 14 años podrán disfrutar de una serie de ventajas que les brinda su condición de socios. En primer lugar al enseñar el carnet se accede a un descuento del 50 por ciento sobre el precio de la entrada. Periódicamente los miembros del club recibirán un boletín informativo con las actividades previstas para la temporada . Por su parte, y como en todo contrato, el socio al firmar se compromete a una serie de acciones simbólicas que se basan en el compromiso a amar la naturaleza, dar ejemplo del respeto hacia el Medio Ambiente y colaborar en el centro de acogida.

Mimi, ganadora de la semana
Mimi es un gatita muy cariñosa y juguetona a la que no se la puede dejar sola ni un momento, «es puro nervio, en cuanto me despisto siempre hace alguna trastada», afirma su dueño Manuel, quien se ha llevado más de un susto a causa de sus travesuras, «le encanta esconderse y meterse por los cajones y muchas veces he pensado que se había escapado de casa». A pesar de ello su dueño está encantado con ella y no duda en repetir una y otra vez que «desde el momento en que Mimi formó parte de su vida está encantado de tener una gatita tan simpática».

Manuel la recogió cuando era muy pequeñita, «su madre se murió al poco de dar a luz y si no hacía algo con ella moriría pronto, por lo que decidí acogerla. Al principio tenía que tener mucho cuidado en su alimentación porque sólo tenía dos meses y las visitas al veterinario eran constantes. Sin embargo todo ese esfuerzo ha merecido la pena y a día de hoy es una gatita en plena forma». Tanto es así que tiene devoción por la comida, «cuando ve una lata de carne se vuelve loca».