Interior

Atracos sin dar la cara por Francisco Pérez Abellán

Una atracador con máscara amenaza con una pistola en un banco
Una atracador con máscara amenaza con una pistola en un bancolarazon

La primera vez que vimos atracadores tapados con máscaras de políticos fue en el cine y llevaban la careta de Richard Nixon. Dicky, El Trucos, Ricky Tricky, era un reflejo ideal para tapar el rostro mientras se señalaba a la cajera con una escopeta recortada. En las películas de acción salía mucho Nixon por haber sido el presidente que tuvo que dimitir. Luego, ya se fueron viendo también algunas caretas de Ronald Reagan. En España, habían descubierto a unos atracadores con caretas de Felipe González, entonces presidente del Gobierno. Parecía una broma, pero esta clase de delincuentes no tienen sentido del humor.

Hace sólo unos días ha caído la banda del «Mortadelo», personaje sacado del tebeo de los dibujos de Ibáñez. Mortadelo, el bueno, es agente secreto con su jefe Filemón y trabajan para la TIA. En la banda, «Mortadelo», el malo, es un delincuente malencarado que va de maestro de disfraces. En su indumentaria para atracar contaba con caretas de políticos: de Carod- Rovira a Mariano Rajoy. Como es natural, al ponerse estos disfraces, lo que pretendían es asustar, no dar risa.

«Mortadelo» y su cómplice, «El Flaco», estaban huidos de la prisión donde cumplían sendas condenas. «El Flaco» había acabado fugándose aprovechando que su tamaño y delgadez le permitían hacerse un ovillo para salir doblado en la maleta de otro recluso. El jefe, «Mortadelo», aprovechó un permiso para no volver. Le quedaba condena hasta el año 2037.
Antes de este verano, junto con dos cómplices, «El Flaco» entre ellos, dio un palo en una sucursal bancaria de Arganzuela, Madrid, y se llevaron 124.000 euros. Con el botín se pasaron un verano de órdago.

Por los gestos los conocerás
La banda se dedicaba a la falsificación y habían cometido más de medio centenar de delitos cuando fueron atrapados. En cada asalto empleaban pelucas, bigotes, máscaras y caretas. Una de sus preferidas era de plástico transparente. Estaban especializados en robar con retardo. Una de las novedades de estos atracadores que se aprovechaban de los políticos era que no tenían miedo a robar cajas fuertes con apertura retardada. Sin embargo, no contaban con la profesionalidad de los policías. En las imágenes de su atraco más productivo habían detectado rasgos indicadores de la persona que acompañaba al jefe hasta identificarlo por completo.

En seguida les llegaron comunicados apuntando a otro golpe, esta vez en La Latina. Los soplos volaban, pero al llegar a la sucursal, tal vez se dieron cuenta de que algo no iba bien. De hecho, salieron huyendo en la furgoneta en la que habían llegado.

Los investigadores alcanzaron la furgoneta y encontraron el vehículo en el que se fueron los ladrones. Una cosa llevó a la otra y acabaron en el piso de seguridad de Toledo. Allí detuvieron al tercer miembro de la banda. En un bar cercano encontraron a los dos importantes de la banda. Les incautaron carnés falsos de la Guardia Civil, así como de escoltas de la Casa Real y otras fuerzas de Seguridad. El siguiente golpe no llegaron a darlo y les cazaron con las caras de Rajoy y Carod Rovira. Habían desarrollado un modus operandi: que se abriera la caja fuerte y no importaba que hubiera que esperar a las de apertura retrasada. Sus atracos siempre han sido ultraviolentos

Los ladrones se ponen las caras de otros para entontecer a la víctima. Enseñan el pistolón y maniatan a los empleados y los amenazan de muerte. En poder de los detenidos había documentos falsificados de primera calidad, como los dos DNI que les fueron incautados. También se hacían con tarjetas sanitarias y hasta escrituras de compraventa.